
Ubicado en un lugar privilegiado, cerca del centro y a dos cuadras de la playa, ofrece alojamiento a precios económicos y todas las comodidades típicas de un hostel. Antes de cumplir el año ha recibido turistas de Inglaterra, EE UU, España, Suiza, Alemania, Suecia, Israel, Argentina, Colombia, Brasil, así como delegaciones de deportistas, músicos, poetas, artistas plásticos y escritores, de Chile y el extranjero. Dos hechos han contribuido sin duda al éxito de la hostal: que Isabel habla varios idiomas –alemán, inglés, portugués-, lo que posibilita que los extranjeros siempre puedan lograr comunicarse, y también la tradición hotelera familiar.
Las cinco bases que asegura un hostel –también llamados hosteling- son: bienvenida, limpieza, seguridad, privacidad y comodidad. Por eso constituyen para los viajeros una nueva experiencia y una muy buena opción de alojamiento barato, en donde además tienen juegos, recreación, comparten con otros turistas, y se produce un cierto encanto, una cierta magia que atrae.