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28/10/10

CONFERENCIAS SOBRE PSICOLOGIA TRANSPERSONAL EN UNAP




Más de sesenta personas asistieron a la primera charla sobre "Psicología Transpersonal" que organizó la Carrera de Psicología de la Universidad Arturo Prat. La charla fue dictada por los académicos Horst Bussenius C. y Nelson Cortés R., ambos docentes de la carrera. Ver fotos.

26/10/10

SENTIDO DEL HUMOR

El humor puede definirse de manera general como un cierto estado de ánimo. Tener sentido del humor es una tendencia o propensión más o menos duradera y estable a mostrarse alegre y complaciente y darle a las situaciones una dimensión realista y no dramática. Significa ser capaz de reírse y tomar de buena forma situaciones que para otros pueden ser graves.

Lo opuesto son aquellas personas “graves”, extremadamente serias, que viven la vida como si todo fuera trascendente, como si todo fuera demasiado importante; muchas veces son personas que en el fondo viven con muchas defensas, miedos, poca soltura y rigidez. Quien tiene sentido del humor por el contrario, puede hasta reírse de sí mismo, lo que no es nada de fácil para la mayoría.

Es curioso que prácticamente todo el mundo considera que tiene sentido del humor; aún personas graves, serias y secas, dicen tener sentido del humor, lo que muestra un gran desconocimiento de sí mismas. Esto explica en parte también por qué la gente neurótica es tan grave y se toma las cosas tan a pecho.

Las investigaciones han mostrado que las personas con sentido del humor tienen varias ventajas. En primer lugar ven los problemas de un modo más optimista, lo que a su vez les permite olvidar las preocupaciones y concentrarse en solucionar los problemas de manera más eficaz. También sobrellevan mejor las enfermedades, tienen menos depresiones, y enfrentan mejor el dolor. Sufren de menos estrés, y en general viven más relajadas. Curiosamente, las personas con sentido del humor resultan ser más atractivas para los demás y mantienen relaciones más cercanas y satisfactorias, y son buscadas por más personas. Por otra parte, el sentido del humor fue considerado por Maslow, el conocido psicólogo humanista norteamericano, como uno de los atributos de la madurez.

Sin embargo es hora de hacer una distinción importante. El verdadero sentido del humor es un humor positivo, en el cual la persona que lo posee se toma las cosas más a la ligera, y se ríe de situaciones absurdas o contradictorias, pero no de las personas. A esto se le llama el humor positivo. Por el contrario, el humor negativo es aquél que consiste en reírse siempre de las demás personas; es un humor basado en la crítica disimulada, y detrás del cual siempre se esconde un fuerte nivel de agresividad, resentimiento o envidia, y que tiene por objeto rebajar o dañar al otro. El humor negativo se manifiesta a través de las bromas constantes hacia alguien, con el afán de ridiculizar a esa persona, sea a través del sarcasmo, de la ironía o de otra forma similar.

Obviamente quienes poseen un sentido del humor positivo son aquellas personas que podríamos considerar verdaderamente maduras, capaces de enfrentar mejor los problemas y más saludables y psicológicamente sanas en todo el sentido de la palabra.

Tampoco debe confundirse tener sentido del humor con “ser payaso”, que es otra forma de inmadurez. Los “payasos” son aquellas personas que siempre están haciendo bromas de todo y por todo, y parecen no tomar nada en serio. Incluso cuesta conversar con estas personas, por lo que al final la gente las evita, ya que no aportan nada. Detrás de esta máscara de payaso suele haber o una tendencia depresiva muy oculta, o un estancamiento severo en el desarrollo emocional. HBC

RISA Y SONRISA

La gran mayoría de las personas toman por un mismo fenómeno la risa y la sonrisa. Claro, ambas tienen cosas en común, siendo lo más evidente que en ambas se muestran los dientes. Los diccionarios tampoco hacen diferencia, o al menos no con la suficiente sutileza. Así, definen la risa como "manifestar la alegría ruidosamente", y la sonrisa como "una risa leve y sin ruido". Es decir, para el diccionario, como para la mayoría del público, no hay diferencia entre risa y sonrisa.

Sin embargo, desde el punto de vista psicológico ambas expresiones son muy diferentes y tienen entre sí poca relación. Son conductas muy distintas. La risa es una respuesta emocional ante aquello que resulta jocoso, como por ejemplo la constatación brusca de incongruencias entre el pensamiento y la realidad. Mientras mayor sea esta incongruencia, tanto más fuerte es la risa. Puede decirse por lo tanto, que en general la risa aparece ante situaciones en las cuales la lógica se trastoca, o ante una situación insólita que no se esperaba. Al parecer, mientras más inesperada es la situación, y más se rompe la lógica, más risa provoca, como se puede comprobar en los chistes o en algunos juegos de palabras.

La sonrisa en cambio es un facilitador de las relaciones interpersonales. Sonreímos en algunas ocasiones, como cuando recién estamos conociendo a alguien, o bien en el saludo; la sonrisa transmite una sensación de amabilidad, de apertura, y sobre todo de acogida. Es una expresión del lenguaje no verbal que significa que se es amistoso, y que por tanto puede acercarse sin temor.

Hay situaciones especiales en las cuales la sonrisa es casi imposible de evitar. Por ejemplo cuado se solicita un favor; o en el coqueteo; o al acercarnos a un niño desconocido. Aun el sujeto más mal agestado y con rostro hostil esbozará una sonrisa si se acerca a un niño que no conoce.

Por lo tanto, aún con cierto parecido, la función de la risa y la sonrisa son muy diferentes. Y ambas tienen una gran importancia. La sonrisa en tanto nos facilita nuestras relaciones humanas, y la risa en tanto es la expresión de un buen sentido del humor y/o de alegría. Además, la risa ayuda a oxigenar el cuerpo, a botar el estrés, y produce relajación.

Sin embargo parece que cada vez sonreímos y nos reímos menos. Al menos es lo que plantea un estudio, que descubrió que en el año 1930 la gente se reía 19 minutos al día; en 1980 se reía 6 minutos cada día, y en 1990 tan sólo 3 minutos. ¿Nos estaremos convirtiendo todos en "tontos graves"?

En el mundo laboral, la sonrisa es también hoy en día muy importante. Piense en una oficina a donde vaya a realizar un trámite, y se dará cuenta de que en forma inconsciente se acerca a aquél funcionario sonriente, jamás al serio. Esto lo han descubierto algunas empresas, y promueven entre el personal una sonrisa permanente. A los ejecutivos japoneses que deben viajar por negocios a occidente, se les enseña a sonreír, como una manera de poder lograr mejores resultados.

Y también la risa se está aplicando como una forma de terapia; pensemos por ejemplo en el médico Patch Adams, que introdujo el humor y la risa como un elemento curativo en los hospitales, ejemplo que ha sido seguido en muchos hospitales del mundo. De modo que promovamos ambas conductas, la risa y la sonrisa. Con la risa viviremos mejor, más relajados y más contentos, y con la sonrisa mejoraremos nuestras relaciones humanas. Y ninguna tiene costo. HBC

23/10/10

MIL MAQUINAS NUNCA HARAN UNA FLOR

MIL MAQUINAS NUNCA HARAN UNA FLOR...

Ignoro quién es el autor de la frase que da pie a esta reflexión, que está escrita en la ciudad de Arica - Chile, en una pared municipal, detrás del casino de juegos, desde hace unos diez o más años.


¿Una protesta contra la civilización? ¿O contra la deshumanización de la sociedad actual? Como sea, es una frase hermosa y significativa.

Hay un texto que tiene algo en común, y que está en el libro "Sueños y Existencia" de Fritz Perls.
Dice así:



"Mil flores de plástico
no hacen de un desierto un jardín.
Mil caras vacías
no llenan una sala vacía."

También un poema de Walt Whitman -el nº 31 en la versión de Ed. Lumen y traducido por Jorge Luis Borges- hace una comparación entre las máquinas y el cuerpo humano.

Creo que una hoja de hierba no es menos que el camino recorrido
por las estrellas,

y que la hormiga es perfecta, y que también lo son el grano de
arena y el huevo del zorzal,
y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas,
y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo,
y que la menor articulación de mi mano puede humillar a todas las
máquinas
,

y que la vaca paciendo con la cabeza baja, supera a todas las
estatuas,
y que un ratón es un milagro capaz de confundir a millones de
incrédulos.


11/10/10

EL SENTIDO DE LA VIDA

Entre los numerosos caminos de desarrollo personal se encuentran los que ha ido proponiendo la psicología moderna. Así, tenemos por ejemplo la "individuación" de Jung, y la "autorrealización" de Maslow, que son quizás los más conocidos. Pero hay otros, y uno de ellos es el que planteó Víktor Frankl, psiquiatra austriaco.

En esencia, Frankl plantea que la vida humana tiene que tener un sentido, un significado. Y que sin ese significado, se cae en el vacío existencial, en el tedio. La búsqueda de sentido es la esencia misma de la "humanidad del ser humano". Si el hombre la reprime en su interior, encontrará tarde o temprano el vacío existencial; pero si se consagra en esta búsqueda verá que su vida toma un cariz diferente, plena de sentido, y podrá disfrutar asimismo de los beneficios derivados de una existencia con significado, entre los cuales se encuentran la paz espiritual, la salud mental y la capacidad de desarrollar un proyecto de vida realista y que pueda llevarse a cabo.

En este sentido, el pensamiento de Frankl, a diferencia de otros enfoques psicológicos, más que hurgar en el pasado y en los traumas a veces lejanos de la niñez, se centra en el futuro, en las aspiraciones de la persona. Esto también lo aplicó él a su terapia -que llamó logoterapia-, de modo que siempre invitaba a sus pacientes a generar un proyecto de vida personal que les diera un sentido, una orientación hacia dónde ir y qué hacer.

Gran parte de su teoría está basada en su propia experiencia, en su vida. Este psiquiatra estuvo en un campo de concentración nazi durante la segunda guerra mundial, y vivió los horrores más inimaginables. Descubrió que en general las personas que sobrevivieron fueron aquellas que tenían un sentido en la vida, un propósito, algo por qué luchar, una meta que realizar.

Así, como parte de sus testimonios personales en el campo de concentración, relata el caso de un prisionero cuya gran aspiración era que, una vez terminada la guerra, pondría una panadería; otro quería ver a su hijo recibirse en la universidad; otro más, anhelaba emigrar a América y llevarse a toda la familia. Y él mismo, abrigaba la gran esperanza de escribir un libro (escribió varios en todo caso) al finalizar la guerra. Todos estos prisioneros sobrevivieron.

Sin embargo, junto a ello había muchos que en algún momento perdían el sentido de su vida, y en ese momento se desmoronaban, se "entregaban", sin ninguna ilusión ni plan para el futuro. Esos eran lo que morían, y a veces en forma dramática y rápida, y ni siquiera por causas médicas claras.

De ahí que Frankl se hizo eco de una frase de Nietzsche, que la incorporó luego también en sus ideas y en su sistema terapéutico: "quien tiene un porqué vivir, puede soportar casi cualquier cómo". De esta manera, incluso los peores sufrimientos -físicos y morales- pueden enfrentarse, porque tienen un sentido en la vida personal, aunque este sentido no sea evidente de inmediato, y porque, una vez que se superen, nos dejarán más fortalecidos para cumplir una meta.

Pero nadie le puede decir a otro cuál es el sentido o propósito de su vida; es algo muy personal que cada cual debe descubrir. Cada hombre es libre, dentro de sus obvias limitaciones, para descubrir y luego consumar el sentido de su existencia, ya que la vida tiene sentido bajo cualquier circunstancia. HBC