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8/11/10

La meditación potencia también la salud celular

El bienestar mental que produce esta práctica tiene un profundo efecto en la fisiología humana, revela un estudio.

Los cambios psicológicos positivos que propicia la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, una enzima esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo. Esto es lo que revela un estudio realizado por científicos norteamericanos, que es el primero en relacionar el bienestar y los cambios psicológicos que ayudan a enfrentar el estrés con un aumento de dicha enzima. Los resultados obtenidos vienen a sumarse a los de otros estudios, que apuntan a que esta práctica es altamente beneficiosa, tanto para la salud mental como para la salud física del ser humano. Los cambios psicológicos positivos provocados por la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, enzima presente en células, en tejidos fetales y en ciertas células madre, que permite el alargamiento de los telómeros (extremos de los cromosomas). Además, la telomerasa resulta esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo (continuar).

3/11/10

PERCEPCION Y REALIDAD

Podemos definir la percepción como la representación mental que nos hacemos de los objetos, las personas, las situaciones, y también de nuestro propio mundo interior. Es decir, captamos el mundo que nos rodea a través de la percepción. Jamás lo captamos como realmente es, ya que la percepción está influida por una serie de factores.

Percibir es un acto mucho más complejo de lo que parece, ya que no nos limitamos a fotografiar la realidad. La percepción es, de alguna manera, siempre una interpretación de la realidad. Sin embargo, no todo es pura subjetividad, pues hay también elementos y factores que influyen en la percepción, y que son comunes a todos los seres humanos. Esto ha sido estudiado por los psicólogos, y constituyen las llamadas “leyes de la percepción”. Un ejemplo de esto es cuando observamos un palo en el agua; lo vemos torcido, pero “sabemos” que está recto.

Por eso, podemos decir que más que fotografiar lo real, lo que hacemos es adaptarlo a nuestras condiciones subjetivas, a una serie de factores mentales personales. Lo que verdaderamente captamos del mundo son una serie de estímulos o sensaciones que –de una manera casi inconsciente- agrupamos para formar figuras o representarnos la realidad.

Pero además de estas “leyes” de la percepción, hay que agregar la enorme cantidad de factores estrictamente personales que influyen en ella. Esto hace que unas personas se fijen en aspectos que a otras les pasan inadvertidos. Un factor muy importante es la atención, puesto que en función de nuestro interés u otros factores similares elegimos los parámetros de la observación.

Pero hay muchos otros factores subjetivos además de la atención, dado que nuestra subjetividad es compleja y se halla impregnada de experiencias, valores, intereses, actitudes, etc. Por eso dos personas ante una misma situación pueden fijarse y prestar atención en aspectos opuestos; porque sus intereses son distintos. Esto explica también por qué cuando un grupo de personas observa un accidente, cada uno hace un relato diferente. En realidad, nadie percibió lo mismo.

Otros factores personales que siempre influyen en la percepción son las creencias y actitudes que tenemos, nuestra propia personalidad, el entorno cultural en que nos desenvolvemos, nuestros hábitos, expectativas y necesidades, nuestras emociones y sentimientos, y un gran etcétera.

De modo que aún viviendo en el mismo mundo, el mismo hábitat, cada cual lo percibe y siente de diferente manera. Si llevamos esto a la práctica, puede ser un magnífico punto de partida para mantener una buena convivencia y buenas relaciones humanas. En efecto, si logramos entender que la “realidad” nunca existe como tal, sino que es producto de nuestra percepción, seríamos mucho más tolerantes con otros puntos de vista; también podríamos darnos cuenta de que cuando “juramos” estar en lo cierto con un juicio o una apreciación, más bien nos estamos identificando con una percepción, que, como hemos visto, es tan subjetiva. Y por esta misma subjetividad la percepción está sujeta a cambios bien marcados.

Lo que hoy una persona percibe de una manera, mañana puede percibirlo de otra forma. Finalmente, podemos decir que entender este fenómeno de la percepción y su relación con la “realidad”, es parte del cambio personal, y más aún de la evolución y crecimiento personal. Porque si desde niños percibiéramos el mundo siempre igual, no tendríamos ningún desarrollo. HBC

LA RELACION CON LOS DEMAS

El hombre es un ser que está en relación con muchas cosas, muchos elementos en forma simultánea. Se relaciona con su ambiente, con otras personas, con su trabajo, y también consigo mismo. Más importante que la cantidad de relaciones que establezca, es la calidad de las mismas. Así, por ejemplo, para relacionarse con los demás y consigo mismo, debe cumplir algunas condiciones; sin pretender enumerarlas todas, se puede citar las principales.

En primer lugar es importante la actitud de apertura; esto significa estar abierto al otro, no prejuzgarlo ni clasificarlo (etiquetarlo), de antemano, ni tampoco tener prejuicios formados por cualquier circunstancia. De este modo la relación se hace libre.

Es también importante abrirse, mostrarse en forma auténtica. Quien permanentemente se oculta tras algunas máscaras priva a los demás –especialmente a sus seres queridos- de la posibilidad de mostrarles su riqueza interior. Y quizás peor aún, pues termina por vivir con la máscara y creyendo ser así. Abrirse no es fácil, porque exige valentía y conlleva siempre un riesgo, en el sentido de ser dañado si mostramos nuestro “talón de Aquiles”. La vida por otro lado nos enseña con quién uno se puede abrir y con quién no.

Finalmente, para una relación sana es imprescindible el contacto con la propia emocionalidad. Saber siempre qué se está sintiendo, de modo que las emociones fluyan libremente, y tengan una salida o cauce natural. Si estamos “trancados” con alguna de esas emociones nuestro propio desarrollo también se estanca. HBC