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5/12/09

PENSAMIENTO INFANTIL: algunas características.

Una concepción antigua planteaba que el niño, en el plano mental y psicológico, era un hombre en miniatura, y que poseía prácticamente todas las características y cualidades de un adulto, pero en menor grado y proporción.
Sin embargo, la psicología logró hace tiempo desterrar esa ingenua teoría, y es así como hay día sabemos que en el plano mental, y específicamente en el pensamiento, el niño funciona con otros paradigmas, siendo las cualidades de su pensamiento bastante diferentes a las del adulto.
El autor que más acuciosamente estudió el pensamiento infantil fue Jean Piaget, quien observó durante décadas la forma en que se desarrollaba el pensamiento del niño; realizó también una multitud de experimentos, que fueron avalando sus descubrimientos. Gracias a esto, pudo descubrir cómo es la evolución del pensamiento y además determinar cuáles son las características que son propias del pensamiento infantil.
Quizás lo que más resalte en el pensamiento infantil es el egocentrismo, que consiste en centrarse solamente en su propio punto de vista. Por eso un niño pequeño no puede imaginarse cómo se ve una mesa desde otra perspectiva, del otro lado. Su percepción está siempre ligada a él mismo. Desde luego, esto implica la imposibilidad de tener empatía.
Otra característica es lo que se llama centración, es decir el niño centra la atención solamente en un atributo de los objetos. Por ejemplo, puede poner atención al tamaño del objeto, pero no es capaz de considerar en forma simultánea el peso; o uno o lo otro.
El “pensamiento estático” es otro rasgo; esto significa que el niño se representa estados pero no transformaciones. Por ejemplo, para él es muy difícil entender el concepto de edad, ya que les imposible imaginarse a una persona con una edad diferente a la que tiene. En su pensamiento no puede representarse la transición de un estado a otro. En cierta medida ligado a esto, está el concepto de irreversibilidad, es decir que en su pensamiento, las cosas avanzan en una dirección pero no pueden volver atrás. Es incapaz de regresar al punto de origen.
Otra peculiaridad del pensamiento de los niños es el razonamiento transductivo, que significa que va de lo particular a lo particular. El razonamiento adulto en cambio, es, o bien inductivo (de lo particular a lo general), o bien deductivo (de lo general a lo particular).
Una característica interesante es el llamado animismo, que consiste en dar atributos psicológicos a los objetos o hechos. Como su nombre lo dice, es como dotar de ánima -alma- a las cosas. Puede decirse que es lo opuesto al realismo. Otro rasgo es el artificialismo, que consiste en pensar que todas las cosas son producto de la creación humana. Por último, el finalismo es también otro de los atributos del pensamiento infantil; este consiste en creer que todo tiene una explicación, tiene un porqué, un sentido, y que no existe el azar.
Es considerando estas últimas características que se ha querido ver un paralelismo entre el pensamiento infantil y el pensamiento arcaico de la humanidad. O establecer relaciones entre fenómenos como la magia, el politeísmo y la superstición con el pensamiento primitivo. Pero este problema, por interesante que sea, no está del todo dilucidado. HBC

2 comentarios:

Anónimo dijo...

G RACIAS

Anónimo dijo...

Que buen aporte, estaría bueno saber en que edad entra cada pensamiento. Excelente trabajo igualmente.