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3/11/10

PERCEPCION Y REALIDAD

Podemos definir la percepción como la representación mental que nos hacemos de los objetos, las personas, las situaciones, y también de nuestro propio mundo interior. Es decir, captamos el mundo que nos rodea a través de la percepción. Jamás lo captamos como realmente es, ya que la percepción está influida por una serie de factores.

Percibir es un acto mucho más complejo de lo que parece, ya que no nos limitamos a fotografiar la realidad. La percepción es, de alguna manera, siempre una interpretación de la realidad. Sin embargo, no todo es pura subjetividad, pues hay también elementos y factores que influyen en la percepción, y que son comunes a todos los seres humanos. Esto ha sido estudiado por los psicólogos, y constituyen las llamadas “leyes de la percepción”. Un ejemplo de esto es cuando observamos un palo en el agua; lo vemos torcido, pero “sabemos” que está recto.

Por eso, podemos decir que más que fotografiar lo real, lo que hacemos es adaptarlo a nuestras condiciones subjetivas, a una serie de factores mentales personales. Lo que verdaderamente captamos del mundo son una serie de estímulos o sensaciones que –de una manera casi inconsciente- agrupamos para formar figuras o representarnos la realidad.

Pero además de estas “leyes” de la percepción, hay que agregar la enorme cantidad de factores estrictamente personales que influyen en ella. Esto hace que unas personas se fijen en aspectos que a otras les pasan inadvertidos. Un factor muy importante es la atención, puesto que en función de nuestro interés u otros factores similares elegimos los parámetros de la observación.

Pero hay muchos otros factores subjetivos además de la atención, dado que nuestra subjetividad es compleja y se halla impregnada de experiencias, valores, intereses, actitudes, etc. Por eso dos personas ante una misma situación pueden fijarse y prestar atención en aspectos opuestos; porque sus intereses son distintos. Esto explica también por qué cuando un grupo de personas observa un accidente, cada uno hace un relato diferente. En realidad, nadie percibió lo mismo.

Otros factores personales que siempre influyen en la percepción son las creencias y actitudes que tenemos, nuestra propia personalidad, el entorno cultural en que nos desenvolvemos, nuestros hábitos, expectativas y necesidades, nuestras emociones y sentimientos, y un gran etcétera.

De modo que aún viviendo en el mismo mundo, el mismo hábitat, cada cual lo percibe y siente de diferente manera. Si llevamos esto a la práctica, puede ser un magnífico punto de partida para mantener una buena convivencia y buenas relaciones humanas. En efecto, si logramos entender que la “realidad” nunca existe como tal, sino que es producto de nuestra percepción, seríamos mucho más tolerantes con otros puntos de vista; también podríamos darnos cuenta de que cuando “juramos” estar en lo cierto con un juicio o una apreciación, más bien nos estamos identificando con una percepción, que, como hemos visto, es tan subjetiva. Y por esta misma subjetividad la percepción está sujeta a cambios bien marcados.

Lo que hoy una persona percibe de una manera, mañana puede percibirlo de otra forma. Finalmente, podemos decir que entender este fenómeno de la percepción y su relación con la “realidad”, es parte del cambio personal, y más aún de la evolución y crecimiento personal. Porque si desde niños percibiéramos el mundo siempre igual, no tendríamos ningún desarrollo. HBC

1 comentario:

Anónimo dijo...

Verificando las palabras de Gurdjieff
Gurdjieff dijo muy claramente,

"Te pido que no creas en NADA que no puedas verificar por ti mismo."