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16/2/08

ABRAZOS

Dar un abrazo es cosa fácil. Pero dar un buen abrazo no es tan fácil. Y esto porque un buen abrazo transmite una serie de cosas, como afecto, aceptación, protección, buenos deseos, e incluso energía.
No todos pueden dar buenos abrazos. Esto depende de varios factores, como el tiempo y lugar, el tipo de relación entre las personas que se abrazan, el momento emocional que cada cual está viviendo, y otros factores. El más crítico es el ser capaz de fluir, de tener soltura, pues personas muy “trancadas” o con muchos tabú en cuanto al cuerpo y a tocarse, jamás pueden dar buenos abrazos. A lo más, se limitan a un abrazo formal, casi de compromiso, que no aporta nada. Hay también abrazos increíblemente siúticos, que pueden observarse entre personas demasiado compuestas, como en una oportunidad en que vi a dos damas “abrazarse”: se tocaron con el dedo del medio la espalda de la otra, las mejillas estaban giradas casi como lechuza para no tocarse, y pusieron su trasero tan distante como fue posible.
Esto nos lleva entonces a la pregunta de cómo es un buen abrazo, lo que no es nada fácil de definir, pues es algo que debe experimentarse. Pero si intentamos de todos modos describir un buen abrazo, podemos decir que algunas características son la entrega y soltura, el calor que se desprende del mismo, un contacto corporal amplio, y un tiempo apropiado. A esto hay que añadir el contacto de las mejillas, e incluso a veces el contacto de las pelvis. Cualquiera de estos factores que falte le quita calidez al abrazo.
Todos necesitamos en algún momento ser abrazados, una necesidad que comienza cuando se es niño, y el pequeño necesita consuelo y sentirse protegido. Esta necesidad parece que dura toda la vida. Hay personas que son capaces de pedir en forma franca y honesta en ocasiones un abrazo, pero la mayoría no son capaces. Hay otras que esperan ver a tal o cual persona que les dio ese gran abrazo, para poder repetirlo. Y probablemente todos recordemos también algún par de abrazos que hemos recibido alguna vez, y que nos hicieron sentirnos muy bien. Es un recuerdo corporal que puede durar toda una vida.
El abrazo pareciera tener incluso ciertos efectos terapéuticos en relación con la salud mental, lo que se podría explicar por varias razones. En primer lugar, por el contacto físico mismo. En segundo lugar, porque constituye un momento de máximo acercamiento, en donde la sensación de aislamiento o separatidad desaparece. En tercer lugar, porque es un mensaje muy claro de total aceptación de la otra persona, al menos en ese momento. Y por último, porque constituye una enorme entrega y recepción de emociones positivas, que jamás podrían expresarse solamente con palabras. Si una imagen vale más que mil palabras, un abrazo vale más que un millón de palabras.
Los buenos abrazos se dan rara vez. Cuando vemos al gran amigo ausente por mucho tiempo, o en la despedida de alguien que apreciamos, o cuando estamos muy agradecidos, o quizás cuando vemos que alguien está sufriendo. Normalmente predominan los abrazos formales, de compromiso, como cuando se recibe un diploma.
El abrazo produce contento, entrega emociones positivas, da afecto y es altamente gratificante. En una palabra, un buen abrazo produce energía de muy buena calidad que puede revertir incluso grandes traspiés o frustraciones. Y por cierto, para estar a tono con el artículo, un abrazo a mis lectores, aunque por ahora sea virtual.
Sobre la impactante foto, transcribo información: “Arqueólogos italianos han descubierto una pareja sepultada de hace 5.000 a 6.000 años, abrazados. Está sepultada cerca del norte de la ciudad de Mantova en Italia y pertenece al período Neolítico.” “Es un caso extraordinario”, dijo Elena Menotti, que lideró el equipo en su excavación cerca del norte de la ciudad de Mantua. “No se ha encontrado un sepelio doble del período Neolítico, mucho menos dos personas abrazadas”, agregó. Menotti señaló que creía que ambos -aparentemente un hombre y una mujer, aunque esto aún debe ser confirmado- murieron jóvenes porque sus dientes están en su mayoría intactos y sin desgastar. La propia responsable de la excavación comentaba “He estado haciendo este trabajo durante 25 años pero debo decir que cuando lo encontramos, nos emocionamos mucho.” Todo indica que fueron enterrados vivos y se abrazaron esperando la muerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente publicación, pero me gustaría conocer más sobre los efectos de un abrazo en cuanto a efectos psicológicos positivos. Tambien me gustaría saber que pasaría si una persona no recibe un abrazo por un largo período de tiempo, Cuales serían los efectos negativos?

Horst Bussenius Cortada dijo...

Creo que el tacto es esencial en la vida, el "tocarse". Es la forma más natural de dar cariño. Es probable que al tener contacto físico se estimulen ciertas células y a través de ellas se generen ciertos neurotransmisores que producen bienestar; parece ser una necesidad de los mamíferos incluso. En cuanto a no recibir un abrazo por largo tiempo, creo que más importante que eso es el tipo de abrazo. El abrazo "formal", descomprometido, o aún el de personas sinceras pero "trancadas" o "distantes emocionalmente", entrega poco. Son los buenos abrazos los necesarios. Y si no se reciben, creo que generan sensación de aislamiento o separatidad (Fromm), y finalmente una sensación de soledad. O bien te acostumbras, y vives la vida de manera más racional, aceptando la frialdad y perdiendo sensibilidad.
Horst

Anónimo dijo...

Un abrazo de corazón a corazön
G racias HB