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19/8/10

EMPRENDIMIENTO

Gracias al apoyo de SERCOTEC, muchas empresas pueden lograr un desarrollo a través de la creatividad e innovación. En Iquique, una de las empresas que obtuvo este apoyo fue el Hosteling "La Casona 1920".


15/8/10

PSICOLOGIA DEL AMOR: curso en Escuela de Invierno Dpto. CCSS UNAP


ESCUELA DE INVIERNO DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES

Desde el día Lunes 26 al Miércoles 28 de Julio de 2010 el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Arturo Prat realizó dos cursos abiertos a la comunidad, enmarcados en la "Primera Escuela de Invierno", proyecto de vinculación Universidad - Comunidad, que consiste en entregar una oferta de cursos gratuitos para aquellas personas de la ciudad de Iquique y Alto Hospicio, mayores de 18 años, que se motiven en recibir una formación en las temáticas de los cursos impartidos.

Los cursos dictados fueron:

a.- Psicología del Amor (Ver presentación), dictado por el académico de la carrera de Psicología, Horst Bussenius C., Psicólogo, Magíster en Recursos Humanos


b.- -Taller de Comunicación y Habilidades Sociales, dictado por las académicas Lily Peñafiel, Andrea Comelin y Loreto Castillo, todas Trabajadoras Sociales, y con Magíster en Educación y en Ciencias Sociales.

Cada curso tuvo una duración de ocho horas, repartidas en tres días. Los cursos fueron certificados.

5/2/10

AVATAR


Poco conocido, el vocablo avatar se ha puesto de moda con una película que lleva este nombre. El verdadero significado de avatar es “encarnación terrestre de alguna deidad”. Usada en plural, la palabra “avatares” significa sin embargo “vicisitudes, cambios, fases, o acontecimientos importantes en la vida, que normalmente complican las cosas o la marcha de algo”. En este sentido se dice “los avatares de la vida”. Por último, hay una tendencia a utilizar este término en la informática, como “ícono” o como “identidad” (“bajar un avatar”), lo que en cierto sentido respeta la idea original del término.

Pero volviendo a “avatar” -que es una palabra sánscrita-, en forma más específica se refiere a las encarnaciones que ha tenido el dios hindú Visnú. Se supone que se ha encarnado ya nueve veces, y su misión en cada encarnación es ayudar a la humanidad en un trance o etapa difícil; aquí se conjuga armoniosamente avatar con avatares. En estas encarnaciones Visnú ha adoptado diferentes formas, incluso de peces y animales. El último avatar habría sido Buda, unos quinientos años antes de Cristo, que, sugerentemente, en realidad entregó una hermosa religión a la humanidad que hoy día tiene muchos millones de adeptos. Y se cree que la última encarnación –la décima- será cuando la humanidad se haya degenerado completamente, y Visnú vendrá a destruir el mal y renovar el mundo.

En esta décima y última encarnación aparecerá Visnú cabalgando un caballo blanco y blandiendo su espada “como un cometa”. Esta visión apocalíptica recuerda por una parte –aunque lejanamente y en otro sentido- a los cuatro jinetes del apocalipsis bíblico, y por otra es una esperanza para los miembros de la clase más baja de la sociedad hindú, que creen que ese día podrán superar sus desdichas.

Es curioso que ideas similares se encuentren también en otras religiones. En el maniqueísmo, que fue una secta religiosa del cristianismo primitivo, se consideraba que Dios enviaba mensajeros cada cierto tiempo, también cuando la humanidad pasaba por algún trance difícil y necesitaba apoyo. Según esta creencia, algunas encarnaciones de Dios habrían sido Noé, Abraham, Zoroastro y también Buda. En el gnosticismo, otra forma primitiva del cristianismo -aunque aún perdura-, también se encuentra la idea de que Dios envía cada cierto tiempo un enviado especial para ayudar a la humanidad, entregando preceptos y formas de practicar la virtud a través de una nueva religión. Y al parecer, también en una religión más moderna como la Fe Bahai, se encuentra la misma idea. E incluso en el catolicismo se considera que Cristo es Dios encarnado, aunque no se habla de otras encarnaciones.

La palabra encarnación significa literalmente “hacerse carne”, es decir que Dios o algún dios se hace carne, o sea adopta una forma humana. Y la diferencia con reencarnación, es que este último concepto se refiere a lo humano. Dios o un dios encarna, y un humano reencarna, si creemos en esta idea.

Sintetizando, si bien avatar se refiere principalmente a la encarnación de un dios, y más específicamente al dios hindú Visnú, la idea de que la humanidad recibe apoyo a través de un avatar o enviado es compartida por varias otras religiones, es una creencia que viene desde los más lejanos tiempos, y esta ayuda es prácticamente siempre a través de una nueva religión. HBC

30/1/10

MEJORAR LA MEMORIA



A menudo la gente se queja de su propia memoria, especialmente a partir de la mitad de la vida. Se producen olvidos de nombres, de dónde se dejó tal o cual objeto, de un trámite que se olvidó, o bien cuesta traer a la memoria algún suceso del pasado. Se asustan también, pensando que puede ser un síntoma precoz de envejecimiento.

Sin embargo, en la mayor parte de las personas esta baja en la memoria se debe más bien a factores de otra índole, entre las cuales hay varias posibles. Una de ellas es el estrés o en general la ansiedad o nerviosismo. En un estado tensional el cerebro está sobrecargado con información, y pierde la capacidad para concentrarse y almacenar recuerdos. Otra causa puede ser falta de motivación. En general se recuerda mejor todo lo que es importante, lo que tiene algún significado. Por lo tanto si se recibe información que no parece relevante, es más posible que se olvide pronto. Y otra causa es la represión, es decir olvidar cosas “sin querer queriendo”, especialmente sucesos penosos de nuestra vida, o cosas que no deseamos realizar.

Por muchos estudios que se han realizado, no hay todavía una total claridad de cómo funciona la memoria. Se sabe sí con certeza que hay dos tipos de memoria, una de corto plazo, y otra de largo plazo. La memoria de corto plazo es una “memoria de trabajo”, que retiene poca información, y que no dura más allá de unos veinte segundos. La memoria de largo plazo es diferente. Lo que se almacena ahí dura toda la vida. Aunque no está clara la forma en que se almacenen los recuerdos, pareciera intervenir alguna forma bioquímica, es decir hay algún cambio al interior de las neuronas que permite que se guarde la información.

Para recordar mejor o potenciar la memoria, hay varias técnicas útiles. En primer revisar los aspectos ya mencionados como posibles causas de la mala memoria, es decir darse cuenta si se está o no en un estado de tensión, o bien si hay poco interés por lo que se quiere recordar. Si éste es el caso, hay que superar el estado de estrés, mediante el aprendizaje de alguna técnica de relajación; y en el segundo caso, interesarse más en aquello que se quiere retener. Otra forma que da muy buenos resultados es utilizar algunas estrategias denominadas mnemotécnicas, que son pequeños trucos para recordar con más facilidad. Es este sentido tiene mucha utilidad la asociación, que consiste en tratar de asociar la información nueva con algo ya conocido, estableciendo una conexión. Para recordar un nombre por ejemplo, se puede asociar algún rasgo del rostro en particular con el nombre; o bien con alguien conocido que posea el mismo nombre.

Otra técnica es pensar en mayor profundidad en lo que se quiere recordar, y analizarlo más a fondo, porque se ha descubierto que cuanto más se profundiza en un tema, más se recuerda después. También es importante fraccionar la información; esto significa “cortarla en trozos”. Un ejemplo simple es recordar un número telefónico agrupando los dígitos. Otro recurso interesante es hacer una historia con las cosas que se quiere recordar, como un cuento corto. Muy útil es también el combinar imágenes verbales con visuales. La concentración es también fundamental, así como repetir el material que se debe recordar. Finalmente, es útil desarrollar claves de recuperación significativas, como una cierta palabra que nos evoque de inmediato la idea que estamos recuperando. HBC

16/1/10

COMPAÑERISMO


Sin duda el perro es el mejor amigo del hombre. La foto muestra un vendedor ambulante que regresa a casa con su carrito después de una pesada jornada de trabajo en la playa, adonde concurre diariamente con su mascota. De acuerdo a investigaciones recientes de psicología, las personas que tienen y cuidan una mascota tienden a ser más felices que otras de similar edad y características que no lo hacen, y disfrutan de mejor salud; es casi una forma de terapia.

Pero al margen del análisis, lo importante es disfrutar de la escena, en donde hombre y perro se brindan mutuamente compañía y afecto, con un amor desinteresado.

5/1/10

Taller de Verano: PSICOLOGIA TRANSPERSONAL


El 12 de Enero, en la Asociación Cristiana de Jóvenes, comenzará el taller de verano "PSICOLOGIA TRANSPERSONAL". Se trata de un taller muy práctico, basado en dinámicas grupales, ejercicios personales de autoconocimiento, bioenergética, lecturas breves e imaginería a través de relajación. Cada sesión incluye ejercicios y una práctica psicofísica. Para más información aquí.

31/12/09

REVISTA DE PSICODIDACTICA

Estimado Horst: me he tomado la licencia de incluirle en el Consejo Asesor de nuestra Revista de Psicodidáctica, tal como podréis comprobar en el documento que adjunto; confiemos en incorporar en el futuro a más profesores/investigadores de Iquique.

Saludos cordiales

Alfredo Goñi
Director

AMOR CONSCIENTE

Sobre el amor puede hablarse muchísimo. En relación al amor de pareja, hay un autor que expresa una postura original y de gran interés sobre el tema. Se trata de E. Orage, uno de los discípulos de Gurdjieff, quien plantea que existen siete tipos de amor, aunque en su breve texto se refiere solamente a tres de ellos, que llama respectivamente amor instintivo, amor emocional y amor consciente.

El amor instintivo está basado en la biología, y en última instancia en la química. Por eso se trata de un amor caracterizado por afinidades, por atracciones y repulsiones, que ocurre en casi total inconsciencia. Entre las manifestaciones del amor instintivo se cuentan el cortejar, el matrimonio, los hijos y la familia, etc. El amor instintivo, por ser de “tipo químico”, es muy fuerte y puede perdurar mucho, pues en definitiva es el amor propio de la naturaleza, o es ésta actuando a través del mismo.

El amor emocional es a menudo la atracción de una pareja entre sus desafinidades e incongruencias. Es un amor que se basa más en lo que nos falta, y que el otro nos proporciona, al menos inicialmente. Es buscar y encontrar en el otro la complementariedad. En general es un amor de corta duración, que lleva casi invariablemente a la indiferencia o al odio. Se caracteriza por la pasión, y por tanto suele ser doloroso, trágico; rara vez origina descendencia. En el amor emocional los celos suelen ser fuertes, por lo que puede haber mucho sufrimiento.

El tercer tipo, el amor consciente, es un tipo de amor en el cual lo esencial es el deseo de que la persona amada llegue a alcanzar su propia perfección, sean cuales fueren las consecuencias para el amante mismo. Pero no es sólo decirlo, sino sentirlo en lo más profundo del ser, lo que involucra ser capaz de relegarse y aún renunciar a la persona amada si esto es lo mejor para ella. Si el amor emocional dice “te doy todo a condición de que seas solo para mí”, el amor consciente dice “me iría al infierno si de esa manera tú pudieras alcanzar el cielo”. Es un amor basado en el “soltar” en vez del “asir”.

Parece fácil, porque todos cuando amamos decimos -incluso con sinceridad-, desear lo mejor para él o ella. Pero en los momentos en que esto se pone a prueba, por ejemplo cuando aparece un tercero, las buenas intenciones llegan hasta ahí. El amor consciente es muy escaso y raro por varias razones. En primer lugar, porque ni siquiera se lo conoce, y, más grave aún, si escuchamos hablar de él dudamos de que sea posible. En segundo lugar porque para darse precisamente hay que ser “consciente”, es decir haber alcanzado un alto grado de desarrollo que podríamos llamar espiritual. Y en tercer lugar, porque nadie nos ha enseñado cómo lograrlo ni trabajar para que se desarrolle y manifieste. En definitiva requiere de consciencia, de un trabajo personal intenso sobre sí mismo, y de una transformación; por eso dice Orage que el objetivo del amor consciente es lograr un renacimiento.

Al terminar el texto, el autor, adelantándose al lector, pone de manifiesto la dificultad que significa llegar a este tipo de amor, y plantea la necesidad de tener mucha paciencia y perseverancia para llegar a él a través del crecimiento interno. Pero lo esperanzador es que el amor consciente siempre evoca en la persona amada una actitud similar. Es decir, el amor consciente engendra amor consciente.

Ver el Texto de Orage. Otra exposición sobre el tema, de Bennett. Ambos son textos muy cortos que tratan del amor consciente. Bennett fue también discípulo de Gurdjieff.

12/12/09

EDIFICANTE

Edificante es una palabra que se descubre en algún momento de la vida. Su sentido obvio es “algo que sirve para edificar”, o sea para construir. Pero su uso se limita solamente a lo moral, no a la construcción real. En la práctica, tradicionalmente se ha referido este término a un género literario, llamada “literatura edificante”, y sub-entendiendo que se refiere específicamente a cierta literatura cristiana.

Como ejemplo de esto se cita especialmente a algunos pasajes de la Biblia, así como a escritos de santos o santas y autores cristianos como Khempis. Sin embargo hay literatura igualmente edificante en otras religiones o tradiciones, por ejemplo budismo, hinduismo y sufismo.

Y esto nos lleva a la búsqueda de la esencia del término, para definirlo en forma más precisa. En efecto, ¿qué hace que una lectura sea edificante? Aquí nos presta una valiosísima ayuda nuestro diccionario oficial –el RAE- que entrega una definición magistral de edificante como “aquello que infunde sentimientos de piedad y virtud”. Es decir, todas aquellas lecturas que provocan en el lector estos sentimientos, quedan dentro de esta definición. Y excluye aquellas lecturas que tienen un sentido distinto, por ejemplo meramente apologético o propagandístico.

De todos modos no es fácil a veces distinguir con precisión ambas lecturas, especialmente porque puede depender de los rasgos de quien enjuicia el escrito, o bien del tipo de impacto que provoque en el lector, o incluso de su nivel de “desarrollo espiritual”. Creo sin embargo que hay algunas precisiones que pueden intentarse.

En primer lugar esta literatura es como un recuento de experiencias que podrían beneficiar a otros, o que fue escrita para informar o introducir a otro en un sendero, un camino de crecimiento, pero en ningún caso para apologizar, persuadir ni menos atacar algo. En segundo lugar esta literatura le produce al lector una “sensación de verdad”. En tercer lugar, esta lectura produce una cierta alegría, un contento, porque el mecanismo básico parece ser que se descorre un velo, o más bien se encuentra expresado en palabras algo de lo cual se sospechaba o se sabía pero se era incapaz de formular. Este goce casi estético puede ser equiparado a escuchar una buena poesía, en donde forma y contenido coinciden de tal manera que producen esa sensación de belleza casi inefable, que nos hace exclamar ¡qué hermosa!

Desde esta perspectiva se podría argumentar que toda sensación de belleza o sentimiento estético profundo puede ser edificante, como cuando nos conmovemos con una puesta de sol, o frente a un paisaje cautivante. Y en efecto, es posible que así sea. Sin embargo no basta el gozo interior o estético, sino que debe estar presente o manifestarse esa sensación de piedad y virtud que evoca lo verdaderamente edificante. De este modo, solamente se podría hablar de edificante si el hermoso paisaje, además de producir el gozo interior, lleva consigo o despierta esa sensación de piedad y virtud, por ejemplo al pensar en la grandeza de Dios y en cómo “ser mejor”, para crecer en valores o para ayudar a los demás. Y a base de esto último, quizás un último rasgo esencial de la literatura edificante (o lo edificante en general) es que parece proceder siempre del amor, o al menos de una actitud amorosa hacia los demás y la vida; de algún modo lo edificante siempre está indisolublemente unido al amor. HBC

5/12/09

PENSAMIENTO INFANTIL: algunas características.

Una concepción antigua planteaba que el niño, en el plano mental y psicológico, era un hombre en miniatura, y que poseía prácticamente todas las características y cualidades de un adulto, pero en menor grado y proporción.
Sin embargo, la psicología logró hace tiempo desterrar esa ingenua teoría, y es así como hay día sabemos que en el plano mental, y específicamente en el pensamiento, el niño funciona con otros paradigmas, siendo las cualidades de su pensamiento bastante diferentes a las del adulto.
El autor que más acuciosamente estudió el pensamiento infantil fue Jean Piaget, quien observó durante décadas la forma en que se desarrollaba el pensamiento del niño; realizó también una multitud de experimentos, que fueron avalando sus descubrimientos. Gracias a esto, pudo descubrir cómo es la evolución del pensamiento y además determinar cuáles son las características que son propias del pensamiento infantil.
Quizás lo que más resalte en el pensamiento infantil es el egocentrismo, que consiste en centrarse solamente en su propio punto de vista. Por eso un niño pequeño no puede imaginarse cómo se ve una mesa desde otra perspectiva, del otro lado. Su percepción está siempre ligada a él mismo. Desde luego, esto implica la imposibilidad de tener empatía.
Otra característica es lo que se llama centración, es decir el niño centra la atención solamente en un atributo de los objetos. Por ejemplo, puede poner atención al tamaño del objeto, pero no es capaz de considerar en forma simultánea el peso; o uno o lo otro.
El “pensamiento estático” es otro rasgo; esto significa que el niño se representa estados pero no transformaciones. Por ejemplo, para él es muy difícil entender el concepto de edad, ya que les imposible imaginarse a una persona con una edad diferente a la que tiene. En su pensamiento no puede representarse la transición de un estado a otro. En cierta medida ligado a esto, está el concepto de irreversibilidad, es decir que en su pensamiento, las cosas avanzan en una dirección pero no pueden volver atrás. Es incapaz de regresar al punto de origen.
Otra peculiaridad del pensamiento de los niños es el razonamiento transductivo, que significa que va de lo particular a lo particular. El razonamiento adulto en cambio, es, o bien inductivo (de lo particular a lo general), o bien deductivo (de lo general a lo particular).
Una característica interesante es el llamado animismo, que consiste en dar atributos psicológicos a los objetos o hechos. Como su nombre lo dice, es como dotar de ánima -alma- a las cosas. Puede decirse que es lo opuesto al realismo. Otro rasgo es el artificialismo, que consiste en pensar que todas las cosas son producto de la creación humana. Por último, el finalismo es también otro de los atributos del pensamiento infantil; este consiste en creer que todo tiene una explicación, tiene un porqué, un sentido, y que no existe el azar.
Es considerando estas últimas características que se ha querido ver un paralelismo entre el pensamiento infantil y el pensamiento arcaico de la humanidad. O establecer relaciones entre fenómenos como la magia, el politeísmo y la superstición con el pensamiento primitivo. Pero este problema, por interesante que sea, no está del todo dilucidado. HBC

28/11/09

HOSTEL EN IQUIQUE: "La Casona 1920"

Un año cumple en los próximos días el nuevo Hostel de Iquique, “La Casona 1920”. Se trata de una vieja casona del año 1920, que su dueña –Isabel Bussenius T.- remodeló por completo para brindar el máximo de comodidades a quienes necesitan alojarse en la ciudad.

Ubicado en un lugar privilegiado, cerca del centro y a dos cuadras de la playa, ofrece alojamiento a precios económicos y todas las comodidades típicas de un hostel. Antes de cumplir el año ha recibido turistas de Inglaterra, EE UU, España, Suiza, Alemania, Suecia, Israel, Argentina, Colombia, Brasil, así como delegaciones de deportistas, músicos, poetas, artistas plásticos y escritores, de Chile y el extranjero. Dos hechos han contribuido sin duda al éxito de la hostal: que Isabel habla varios idiomas –alemán, inglés, portugués-, lo que posibilita que los extranjeros siempre puedan lograr comunicarse, y también la tradición hotelera familiar.

Las cinco bases que asegura un hostel –también llamados hosteling- son: bienvenida, limpieza, seguridad, privacidad y comodidad. Por eso constituyen para los viajeros una nueva experiencia y una muy buena opción de alojamiento barato, en donde además tienen juegos, recreación, comparten con otros turistas, y se produce un cierto encanto, una cierta magia que atrae.

8/10/09

CAMBIAR A LOS 50

La vida moderna –con sus apremiantes cambios- exige adaptación en cada momento. En realidad nada parece estable, el tiempo pasa increíblemente rápido, y es necesario ajustarse. Pero este tema es conocido y ya casi un cliché, así que no quiero centrarme en él, pues por lo demás se refiere a cambios que son más bien periféricos; quiero referirme a cambios importantes en la vida, a cambios profundos en la persona.

Muchos dicen que la gente no cambia a partir de cierta edad. Pero esto es contrario a lo que plantea la psicología y también a mi experiencia. Cambios profundos ocurren, pero no son comunes porque involucran muchas veces tomar un rol activo en ellos, además de enfrentar temores y sobre todo la condena social. Quiero citar dos casos, uno de ellos conocido, y otro anónimo.

El caso conocido fue el de la psiquiatra Lola Hofmann. Nacida en Alemania, se formó como médico y dedicó su vida a la investigación, aquí en Chile. Cerca de los 50 años tuvo un sueño –pesadilla en realidad- en donde se veía abriendo un animal, de cuyas entrañas salía una mujer, toda ensangrentada. Quedó tan impactada por este sueño, que se dedicó a buscar la explicación. Después de un psicoanálisis, finalmente comprendió que el sueño le mostraba que no estaba desarrollando su vocación, y que se estaba “matando a sí misma”. Y contra todas las opiniones –familiares, amigos, colegas, etc.-, decidió darle un nuevo rumbo a su vida. Estudió psiquiatría, y comenzó a ejercer como tal, hasta transformarse en un referente y guía para otros terapeutas (psicólogos y psiquiatras). Dejó un legado de conocimientos en nuestro país, y esto recién a partir de los 70 años, hasta que murió, a los 84.

El otro caso fue el de un empleado, un hombre gris, con todo un historial de consultas a psicólogos y psiquiatras. Hasta que poco después de los 45 tuvo una depresión más severa. En las sesiones fue apareciendo una fuerte sensación de insatisfacción con su propia vida: no tenía amigos, vivía una rutina horrible, casi no salía de la casa, y se sentía dominado por su familia. Durante la terapia los deseos de cambio se fortalecieron, hasta que se atrevió a llevarlos a cabo. Hoy es un hombre realizado, satisfecho con su vida, se dejó el pelo largo (señal de liberación interior), tiene amigos, es miembro activo de un grupo, ya no se siente “dominado”, no está centrado en la queja, y da gusto conversar con él.

Desde el punto de vista de la psicología profunda, como planteó el famoso Jung, ambas personas vivieron un encuentro con el verdadero “yo”, o una “individuación”. Es decir, llegaron a ser ellos mismos, descubriendo su verdadera vocación y el sentido de sus vidas. Esto es lo que produce encontrarse con el verdadero ‘yo’: una personalidad más completa, armoniosa, auténtica y más sabia. En realidad a lo largo de los años todos nos acercamos a esta individuación, pero muy lentamente y sin concluirla. El verdadero proceso comienza cuando la persona lo hace en forma consciente.

Muchas personas sienten en algún momento esa “llamada interna”. Pero por desgracia, la mayoría no se atreve ni a escuchar ese llamado. Y si van al psicólogo o psiquiatra, es generalmente para tratar de que les ayude a “volver a ser como antes”, a “ajustarse nuevamente”, sin percatarse que tal vez detrás de esas dificultades, miedos o desasosiegos que provoca la “llamada interna” puede haber un tremendo potencial y la mejor opción de acercarse a sí mismos y acceder a un mayor desarrollo de su ser interno.

3/10/09

MADUREZ EMOCIONAL: el aporte de Maslow

La madurez es una palabra con prestigio. Una palabra que atrae. A todos nos gusta sentir que somos maduros, y si le decimos a alguien que es "un inmaduro" lo tomará normalmente como una ofensa. Definir la madurez no es nada de fácil. No hay una definición que cumpla con todos los criterios, ni menos todavía alguna persona real que se ajuste plenamente a un "perfil de madurez". Sin embargo el problema no es insoluble.

En efecto, puede estudiarse la madurez tratando de definir cuáles son las principales características que la componen. Aunque hay varios puntos de vista, quizás el de Maslow es el más completo y que goza de más prestigio. Para este psicólogo norteamericano, la madurez está compuesta por una serie de catorce rasgos. En primer lugar, las personas maduras tienen una percepción realista, tanto de sí mismas como de los demás y del entorno. Esto a su vez los hace sentirse más seguros y menos amenazados. En segundo lugar, se aceptan a sí mismos, a los demás y a la naturaleza. Aceptan las necesidades fisiológicas y los procesos naturales sin aversión ni vergüenza, pero también aprecian las cualidades "elevadas" que completan la naturaleza humana.

La espontaneidad, que es actuar sin miedo y ser auténtico, y además tener cierta alegría de vivir, así como apreciar el arte y las manifestaciones bellas de la vida, es otro rasgo. La capacidad de concentrarse en los problemas y resolverlos, así como trabajar con eficacia y persistencia, es también otro de los atributos. También se cuenta la autonomía: las personas maduras mantienen buenas relaciones con los demás, pero también necesitan a veces estar solas. Y sus relaciones con los demás no son de tipo posesivo. La independencia de juicio, es decir no dejarse llevar por los demás ni por las modas, ni tampoco funcionar solamente esperando los halagos o las críticas, es otra característica de la gente madura. La flexibilidad frente a personas, ambientes y situaciones, también es parte de la madurez. La persona madura no es rígida.

Otro factor es la espiritualidad: la gente maura siempre muestran algún grado de interés por comprender el mundo y por las preguntas más importantes relativas al ser humano. Esto se traduce frecuentemente en un sentido religioso de la vida. Otro rasgo es el sentido social: demostrar cierto interés en ayudar y en solidarizar. Comprenden la desgracia humana y sienten empatía hacia otros seres humanos.

Profundidad en sus relaciones personales: más que tener un gran número de amigos, las personas maduras tienen pocos amigos, pero su relación con ellos es profunda. Junto a esto, su trato en general hacia los demás es positivo, en general sin conflictos. El llamado "carácter democrático" es otro atributo de la madurez; en la práctica, esto se traduce en sentir respeto hacia cualquier ser humano, y esto lleva a la persona madura a ser tolerante, tanto en lo religioso como en lo político y étnico.

Código ético: los sujetos maduros tienen un código ético, y muestran congruencia entre lo que piensan y la forma en que actúan. Saben siempre distinguir con claridad entre lo justo y lo injusto. El sentido del humor es parte de una persona madura también; pero este sentido del humor no lo explotan para burlarse o reírse de los demás. Finalmente, Maslow mencionó la creatividad como la última característica de la madurez, entendiendo que ella no es un atributo exclusivo del artista, sino -en mayor o menor grado-, de todos.

2/9/09

EROS Y THANATOS

Fue el famoso psicoanalista Sigmund Freud quien utilizó los nombres de Eros y Thanatos para referirse a dos instintos básicos que actúan en el hombre. Estos son los instintos de vida y muerte, que Freud llamó Eros y Thanatos, respectivamente, utilizando el nombre de dos dioses de la mitología griega.

Eros -el instinto de vida- es un instinto cuya característica es la tendencia a la conservación de la vida, a la unión y a la integridad, a mantener unido todo lo animado. Un instinto que tiende a la unión, a la vida, que posibilita el sexo como placentero y como generador de nueva vida. Thanatos, por el contrario, es el instinto de la muerte. Designa las pulsiones de muerte que tienden hacia la autodestrucción con el fin de hacer que el organismo vuelva a un estado inanimado, a la desintegración, hacia la muerte en una palabra.

Ambos instintos son parte de todos los seres vivos, y comienzan a operar o están presentes desde que cada individuo nace. Entre ellos hay una permanente lucha que crea tensión, tanto en el individuo en particular, como posiblemente también en la sociedad humana.

Como decíamos, los nombres que tomó Freud para ambos instintos se basan en la mitología griega. Eros era el dios del Amor. Aunque en la mitología griega Eros no tiene un significado tan unívoco, es en todo caso un dios que, además de ser el dios del amor y la pasión, constituye una fuerza cósmica que -según la leyenda- quizás presidió la constitución misma del cosmos. En esta concepción, Eros era también el dios que unía a los dioses con los hombres y que mantenía todo unido como un continuo (el amor une). Ambos conceptos en todo caso, sea el de Freud o el estrictamente mitológico, designan algo mucho más amplio que el restrictivo concepto que hoy le damos a eros a través de la palabra erótico, la cual está solamente asociada al sexo. Thanatos era para los griegos el dios de la muerte. Llama la atención que Thanatos era hermano gemelo de Hipnos, el dios del sueño; y esto es curioso porque hay una analogía, un simbolismo muy estrecho entre la muerte y el dormir. El instinto de muerte tiene como objetivo hacer retornar la vida orgánica al estado inanimado, y entre sus diversas manifestaciones están la agresividad y la violencia.

En toda vida personal (y también en la vida colectiva), puede observarse la presencia de estos instintos. Todos aquellos sentimientos 'bajos', como los malos deseos, envidia, crueldad, odio, descalificación, morbosidad, etc., nos muestran que en la persona está actuando Thanatos. Por el contrario, en aquellas actividades humanas elevadas, como el verdadero amor, la caridad, la tolerancia, la solidaridad, el querer crecer y desarrollarse, desear hijos, educarlos, etc., está presente Eros. Eros construye y une; Thanatos destruye y desune.

En la vida personal hay ciclos y etapas. En algunos ciclos es Eros -el instinto del amor- quien se hace más fuerte; pero también hay etapas en que el instinto de muerte se fortalece, como en una depresión, un odio intenso, o en los deseos de suicidio. También en la sociedad observamos estos ciclos. Una guerra, un genocidio, una persecución étnica o religiosa, son todas ellas una clara manifestación de la presencia de Thanatos. Lo importante con estos instintos es descubrirlos en la propia vida, ver en qué momento actúan, y favorecer siempre a Eros antes que a Thanatos.

17/8/09

ADULADORES: psicología de la adulación

Nuestro diccionario define adular como “hacer o decir con intención, a veces inmoderadamente, lo que se cree que puede agradar a otro”. Otro diccionario es sin embargo más claro, al definir adular como “elogiar excesiva o falsamente”. Un sinónimo de adulación es “lisonja”, definida como “alabanza afectada para ganar la voluntad de alguien”.

De modo que en definitiva, la adulación es siempre prodigar alabanzas o halagos en exceso, para conseguir algo a cambio. Desde luego, se adula a personas que son sentidas como superiores en algún sentido, sea ésta una mera percepción o algo real, como sucede cuando se adula a personas con poder. De hecho, la forma más común en que se observa la adulación es en relación a personas superiores en el sentido de estar investidas de más poder.

Esto explica que la adulación exista desde siempre, porque siempre han existido relaciones de poder. La adulación tiene además en sí misma mucho poder, porque apunta a la parte más vulnerable del ser humano, que es el “ego”. Cuando se recibe una adulación el ego “se infla”, y la persona se siente muy bien, creyendo en la adulación ya que quien recibe la adulación rara vez se da cuenta de esto, en gran medida porque ni siquiera conoce lo que es verdaderamente el ego, que al final de cuentas es en gran parte pura vanidad. Por eso adular, salvo que sea muy grosero, da siempre buenos dividendos.

No en vano ya en libros antiguos, como la Biblia, luego en Aristóteles y después en varios autores de la Edad Media, hay advertencias contra la adulación. Un clérigo advirtió que “el adulador es un ministro del diablo”, poniendo de este modo en alerta a otros monjes para que no se dejaran tentar por la adulación y no se llenaran de vanidad.

¿Qué oscuros mecanismos psicológicos se esconden en la mente detrás del adulador? Lo común es obtener un beneficio. El favor de un jefe, gozar de más consideración, conquistar a una mujer (o viceversa), o bien en ciertos casos, como frente a un tirano, recibir un trato menos cruel. Pero hay también otras motivaciones ocultas; en ocasiones el adulador puede desear en secreto recibir él mismo esa adulación, generalmente porque tiene una pobre autoestima. Si bien quien es adulado no se percata de que se le infla el ego, el adulador tampoco se da cuenta de que su conducta tiene que ver con el propio rebajamiento. La adulación es muchas veces la antesala de dos rasgos claramente negativos: la manipulación y el servilismo.

El adulador jamás es un amigo de verdad ni una persona del todo confiable y honesta. Cuando las cosas se invierten, el adulador pasará al polo opuesto, con una gran frialdad hacia quien antes adulaba o incluso con odio y violencia en alguna de sus formas. Esto se ve claramente en un tipo especial de patología, como es el caso de la psicopatía o sociopatía. Los psicópatas suelen ser sujetos inteligentes pero desalmados, que se transforman en edad temprana en delincuentes, y cuyo delito más típico suele ser la estafa. Para lograr estafar recurren a su labia, y logran lo que quieren utilizando fundamentalmente la adulación. Quienes también suelen hacer gran uso de la adulación son desde luego los políticos, para ganarse a las masas (y después olvidarlas) y ocasionalmente los artistas, para conquistar al público.