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27/2/11

EXPERIENCIAS EXTRACORPOREAS: nueva posible explicación

Las experiencias extracorpóreas son producto de un cerebro confundido, según revela una investigación con realidad virtual, y no serían por tanto fenóemnos espirituales.

Las experiencias extracorpóreas son aquéllas en las que el individuo tiene la sensación de estar flotando fuera de su cuerpo, pudiendo ver incluso su propio cuerpo físico desde “fuera”. Estas experiencias han sido relacionadas con lo paranormal y con lo espiritual, y han sido consideradas una prueba de la existencia del alma. Sin embargo, una investigación realizada con realidad virtual por científicos de la EPFL de Suiza ha revelado que las experiencias extracorpóreas podrían ser producto, simplemente, de una confusión cerebral, que se produce cuando el equilibrio entre tacto y visión se trastorna. Continuar...

7/1/11

PSICOLOGIA Y PEDAGOGIA

Dos ciencias que están muy ligadas entre sí son la psicología y la pedagogía ya que ambas comparten una serie de problemáticas en común. Cada una ayuda a la otra y se hacen aportes mutuos.

El punto común más importante entre ambas disciplinas es la educación o aprendizaje. Es precisamente en este ámbito donde la psicología ha hecho grandes aportes, comenzando por el estudio de los mecanismos que permiten el aprendizaje, el conocimiento de las etapas de madurez mental y emocional de los niños, hasta los sistemas de recompensa que favorecen la asimilación de conocimientos.

Sin embargo de ningún modo se debe caer en una visión psicologista de la pedagogía, y pensar que la ciencia de base y la única verdadera es la psicología. Un problema pedagógico típico, como decidir cual puede ser la mejor manera de aprender a leer – por ejemplo – si empezar por las letras, pasar después a las palabras y finalmente a las frases, o si más vale más proceder por orden inverso, es asunto netamente pedagógico.

Otro problema propiamente pedagógico es la forma o la metodología que debe utilizarse en el aprendizaje de diferentes ciencias. Por ejemplo, cuál será el mejor sistema de estudio de la filosofía, o de la física, o de un idioma extranjero, son asuntos que debe responder la pedagogía y no la psicología.

De modo que, teniendo mucho en común, tanto psicología como pedagogía son disciplinas diferentes, y cada una hace su aporte a la educación desde su propia perspectiva. Una disciplina que en cierta medida hace de puente entre ambas es la psicopedagogía, que se refiere al estudio de los problemas de aprendizaje y sus soluciones, como la reeducación de una dislexia, de una discalculia, etc.

Si bien la psicología y la pedagogía tienen su propia historia, la pedagogía es anterior en mucho tiempo a la psicología. Ya en las culturas griega, hebrea, y al parecer en Egipto, existían escuelas y pedagogos. La psicología en cambio, comenzó oficialmente a existir como ciencia recién a fines del siglo diez y nueve. Y el primer punto de contacto entre ambas se produjo hace poco menos de un siglo, cuando la psicología, a pedido de los pedagogos, comenzó a desarrollar los test de edad mental, que muy pronto derivaron en los test de inteligencia. Estos tests permitían calcular la edad mental de los alumnos, compararla con su rendimiento académico, y establecer las causas de muchas de las dificultades escolares que presentaban los niños.

De ahí en adelante la colaboración entre psicología y pedagogía ha sido permanente. Y esto se refiere tanto a las investigaciones que se llevan a cabo en educación, como al abordaje de los problemas que presentan los alumnos en el aula, a las técnicas específicas de aprendizaje, etc.

Otros problemas comunes para ambas ciencias son la educación de los niños con déficit, o al contrario, la educación de los niños superdotados. También temas como la asesoría a los padres, los incentivos, el manejo de la conducta en la sala de clase, y muchos otros, son comunes a ambas.
Finalmente, cabe decir que el trabajo conjunto entre pedagogos y psicólogos, además de haber dado muestras de ser muy fructífero, promete todavía nuevos logros, y constituye además una instancia de un trabajo en equipo multidisciplinario que es muy enriquecedora para los profesionales de ambas áreas. HBC

12/12/10

ESTIMULACION INTELECTUAL

La inteligencia, al igual que muchas otras características psicológicas, viene dada por dos aspectos fundamentales: la herencia y el medio ambiente. La herencia, lo genético, da los límites a los cuales se puede llegar, pero depende de la estimulación (o sea del medio ambiente), cuánto puede acercarse el desarrollo de la inteligencia de un niño a ese límite máximo.

La inteligencia, aunque no se puede desarrollar a voluntad, no es tampoco inmutable, sino que puede ser aumentada o disminuida en alguna medida como consecuencia de que haya sido o no estimulada; dado que está compuesta de la interacción de varias capacidades psíquicas. La estimulación de estas capacidades se traduce un cierto aumento de ella. Esto es especialmente importante en el caso de los niños, quienes, si han tenido una adecuada estimulación intelectual, pueden enfrentar mejor todo tipo de desafíos cognitivos que la vida les depare.

Una forma de estimular la inteligencia es trabajar según el modelo de las habilidades, es decir incentivar el uso de diversos factores o capacidades psíquicas. En general, es conveniente tener presente que este tipo de estimulación tiene que cumplir tres requisitos: en primer lugar ser sistemática, como por ejemplo realizar con el niño algunas acciones todos los días durante cierto tiempo. En segundo lugar, debe ser permanente, es decir como una actitud frente al niño; por ejemplo, en cada conversación, juego, salida al aire libre, mediante preguntas u observaciones, estimular algún área de su inteligencia. Y en tercer lugar, lo ideal es que esto sea lúdico, es decir en forma de juego. De este modo, los mismos padres pueden ser las personas que mejor estimulen la inteligencia de sus hijos.

Algunas forma de trabajar con la mente del niño para estimularla pueden ser las que se mencionan a continuación. Identificar objetos por el uso: con objetos concretos o bien en láminas, hacer preguntas que lleven al niño a la reflexión. Otra forma muy parecida es pedir al niño que haga o intente definiciones, que pueden ser desde lo más sencillo, como por ejemplo pedirle que diga qué es una mesa, un perro, un lápiz, etc., hasta definiciones más abstractas, como pedirle que defina qué es arte, amor, u otros conceptos abstractos.

Hacer que el niño clasifique objetos por forma, tamaño, color, u otra variable, es también muy importante, porque esto desarrolla su capacidad de abstracción, ya que debe encontrar los elementos comunes a objetos diferentes. Se le puede instar por ejemplo, a encontrar semejanzas y diferencias entre un perro, un gato y un pollo. Paulatinamente pueden incluirse más elementos en la serie. Se puede conversar con el niño por qué agrupó los elementos a su manera. La idea es llegar a la noción de clase o categoría; por ejemplo pollo, loro y paloma, son animales que vuelan. También en forma de juego se puede nombrar un objeto -por ejemplo, radio-, y esperar que el niño nombre otros objetos de la misma categoría.

Otro tipo de estimulación importante es trabajar con el principio de causalidad, es decir que el niño vaya descubriendo la relación causa – efecto. La memoria auditiva puede estimularse pidiéndole al niño que memorice series de objetos. La ejecución de órdenes verbales, cada vez más complejas, es también importante; por ejemplo se puede comenzar por dos acciones, diciéndole “deja el lápiz en el escritorio y tráeme el libro”; luego agregar un tercer elemento, y así sucesivamente.

La comparación de atributos suele ser también un buen medio de estimulación intelectual. Por ejemplo frente a una foto de dos personas o paisajes en una revisa, preguntarle cuál de las dos es más bonita. O cuál elemento es más rápido, si lo hacemos ver un auto y una carreta.

Las soluciones a situaciones concretas son también excelentes medios de estimulación, que desarrollan lógica y creatividad. Hacerle preguntas como ¿para qué tenemos casa? ¿Qué hay que hacer cuando se tiene frío? Qué hay que hacer si te pierdes en la calle?, incentivan pensamiento lógico y creativo. Además, todos los juguetes didácticos son formas útiles de estimulación. HBC

8/11/10

La meditación potencia también la salud celular

El bienestar mental que produce esta práctica tiene un profundo efecto en la fisiología humana, revela un estudio.

Los cambios psicológicos positivos que propicia la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, una enzima esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo. Esto es lo que revela un estudio realizado por científicos norteamericanos, que es el primero en relacionar el bienestar y los cambios psicológicos que ayudan a enfrentar el estrés con un aumento de dicha enzima. Los resultados obtenidos vienen a sumarse a los de otros estudios, que apuntan a que esta práctica es altamente beneficiosa, tanto para la salud mental como para la salud física del ser humano. Los cambios psicológicos positivos provocados por la meditación están relacionados con un aumento de la actividad de la telomerasa, enzima presente en células, en tejidos fetales y en ciertas células madre, que permite el alargamiento de los telómeros (extremos de los cromosomas). Además, la telomerasa resulta esencial para el mantenimiento de la salud celular del organismo (continuar).

3/11/10

PERCEPCION Y REALIDAD

Podemos definir la percepción como la representación mental que nos hacemos de los objetos, las personas, las situaciones, y también de nuestro propio mundo interior. Es decir, captamos el mundo que nos rodea a través de la percepción. Jamás lo captamos como realmente es, ya que la percepción está influida por una serie de factores.

Percibir es un acto mucho más complejo de lo que parece, ya que no nos limitamos a fotografiar la realidad. La percepción es, de alguna manera, siempre una interpretación de la realidad. Sin embargo, no todo es pura subjetividad, pues hay también elementos y factores que influyen en la percepción, y que son comunes a todos los seres humanos. Esto ha sido estudiado por los psicólogos, y constituyen las llamadas “leyes de la percepción”. Un ejemplo de esto es cuando observamos un palo en el agua; lo vemos torcido, pero “sabemos” que está recto.

Por eso, podemos decir que más que fotografiar lo real, lo que hacemos es adaptarlo a nuestras condiciones subjetivas, a una serie de factores mentales personales. Lo que verdaderamente captamos del mundo son una serie de estímulos o sensaciones que –de una manera casi inconsciente- agrupamos para formar figuras o representarnos la realidad.

Pero además de estas “leyes” de la percepción, hay que agregar la enorme cantidad de factores estrictamente personales que influyen en ella. Esto hace que unas personas se fijen en aspectos que a otras les pasan inadvertidos. Un factor muy importante es la atención, puesto que en función de nuestro interés u otros factores similares elegimos los parámetros de la observación.

Pero hay muchos otros factores subjetivos además de la atención, dado que nuestra subjetividad es compleja y se halla impregnada de experiencias, valores, intereses, actitudes, etc. Por eso dos personas ante una misma situación pueden fijarse y prestar atención en aspectos opuestos; porque sus intereses son distintos. Esto explica también por qué cuando un grupo de personas observa un accidente, cada uno hace un relato diferente. En realidad, nadie percibió lo mismo.

Otros factores personales que siempre influyen en la percepción son las creencias y actitudes que tenemos, nuestra propia personalidad, el entorno cultural en que nos desenvolvemos, nuestros hábitos, expectativas y necesidades, nuestras emociones y sentimientos, y un gran etcétera.

De modo que aún viviendo en el mismo mundo, el mismo hábitat, cada cual lo percibe y siente de diferente manera. Si llevamos esto a la práctica, puede ser un magnífico punto de partida para mantener una buena convivencia y buenas relaciones humanas. En efecto, si logramos entender que la “realidad” nunca existe como tal, sino que es producto de nuestra percepción, seríamos mucho más tolerantes con otros puntos de vista; también podríamos darnos cuenta de que cuando “juramos” estar en lo cierto con un juicio o una apreciación, más bien nos estamos identificando con una percepción, que, como hemos visto, es tan subjetiva. Y por esta misma subjetividad la percepción está sujeta a cambios bien marcados.

Lo que hoy una persona percibe de una manera, mañana puede percibirlo de otra forma. Finalmente, podemos decir que entender este fenómeno de la percepción y su relación con la “realidad”, es parte del cambio personal, y más aún de la evolución y crecimiento personal. Porque si desde niños percibiéramos el mundo siempre igual, no tendríamos ningún desarrollo. HBC

LA RELACION CON LOS DEMAS

El hombre es un ser que está en relación con muchas cosas, muchos elementos en forma simultánea. Se relaciona con su ambiente, con otras personas, con su trabajo, y también consigo mismo. Más importante que la cantidad de relaciones que establezca, es la calidad de las mismas. Así, por ejemplo, para relacionarse con los demás y consigo mismo, debe cumplir algunas condiciones; sin pretender enumerarlas todas, se puede citar las principales.

En primer lugar es importante la actitud de apertura; esto significa estar abierto al otro, no prejuzgarlo ni clasificarlo (etiquetarlo), de antemano, ni tampoco tener prejuicios formados por cualquier circunstancia. De este modo la relación se hace libre.

Es también importante abrirse, mostrarse en forma auténtica. Quien permanentemente se oculta tras algunas máscaras priva a los demás –especialmente a sus seres queridos- de la posibilidad de mostrarles su riqueza interior. Y quizás peor aún, pues termina por vivir con la máscara y creyendo ser así. Abrirse no es fácil, porque exige valentía y conlleva siempre un riesgo, en el sentido de ser dañado si mostramos nuestro “talón de Aquiles”. La vida por otro lado nos enseña con quién uno se puede abrir y con quién no.

Finalmente, para una relación sana es imprescindible el contacto con la propia emocionalidad. Saber siempre qué se está sintiendo, de modo que las emociones fluyan libremente, y tengan una salida o cauce natural. Si estamos “trancados” con alguna de esas emociones nuestro propio desarrollo también se estanca. HBC

28/10/10

CONFERENCIAS SOBRE PSICOLOGIA TRANSPERSONAL EN UNAP




Más de sesenta personas asistieron a la primera charla sobre "Psicología Transpersonal" que organizó la Carrera de Psicología de la Universidad Arturo Prat. La charla fue dictada por los académicos Horst Bussenius C. y Nelson Cortés R., ambos docentes de la carrera. Ver fotos.

26/10/10

SENTIDO DEL HUMOR

El humor puede definirse de manera general como un cierto estado de ánimo. Tener sentido del humor es una tendencia o propensión más o menos duradera y estable a mostrarse alegre y complaciente y darle a las situaciones una dimensión realista y no dramática. Significa ser capaz de reírse y tomar de buena forma situaciones que para otros pueden ser graves.

Lo opuesto son aquellas personas “graves”, extremadamente serias, que viven la vida como si todo fuera trascendente, como si todo fuera demasiado importante; muchas veces son personas que en el fondo viven con muchas defensas, miedos, poca soltura y rigidez. Quien tiene sentido del humor por el contrario, puede hasta reírse de sí mismo, lo que no es nada de fácil para la mayoría.

Es curioso que prácticamente todo el mundo considera que tiene sentido del humor; aún personas graves, serias y secas, dicen tener sentido del humor, lo que muestra un gran desconocimiento de sí mismas. Esto explica en parte también por qué la gente neurótica es tan grave y se toma las cosas tan a pecho.

Las investigaciones han mostrado que las personas con sentido del humor tienen varias ventajas. En primer lugar ven los problemas de un modo más optimista, lo que a su vez les permite olvidar las preocupaciones y concentrarse en solucionar los problemas de manera más eficaz. También sobrellevan mejor las enfermedades, tienen menos depresiones, y enfrentan mejor el dolor. Sufren de menos estrés, y en general viven más relajadas. Curiosamente, las personas con sentido del humor resultan ser más atractivas para los demás y mantienen relaciones más cercanas y satisfactorias, y son buscadas por más personas. Por otra parte, el sentido del humor fue considerado por Maslow, el conocido psicólogo humanista norteamericano, como uno de los atributos de la madurez.

Sin embargo es hora de hacer una distinción importante. El verdadero sentido del humor es un humor positivo, en el cual la persona que lo posee se toma las cosas más a la ligera, y se ríe de situaciones absurdas o contradictorias, pero no de las personas. A esto se le llama el humor positivo. Por el contrario, el humor negativo es aquél que consiste en reírse siempre de las demás personas; es un humor basado en la crítica disimulada, y detrás del cual siempre se esconde un fuerte nivel de agresividad, resentimiento o envidia, y que tiene por objeto rebajar o dañar al otro. El humor negativo se manifiesta a través de las bromas constantes hacia alguien, con el afán de ridiculizar a esa persona, sea a través del sarcasmo, de la ironía o de otra forma similar.

Obviamente quienes poseen un sentido del humor positivo son aquellas personas que podríamos considerar verdaderamente maduras, capaces de enfrentar mejor los problemas y más saludables y psicológicamente sanas en todo el sentido de la palabra.

Tampoco debe confundirse tener sentido del humor con “ser payaso”, que es otra forma de inmadurez. Los “payasos” son aquellas personas que siempre están haciendo bromas de todo y por todo, y parecen no tomar nada en serio. Incluso cuesta conversar con estas personas, por lo que al final la gente las evita, ya que no aportan nada. Detrás de esta máscara de payaso suele haber o una tendencia depresiva muy oculta, o un estancamiento severo en el desarrollo emocional. HBC

RISA Y SONRISA

La gran mayoría de las personas toman por un mismo fenómeno la risa y la sonrisa. Claro, ambas tienen cosas en común, siendo lo más evidente que en ambas se muestran los dientes. Los diccionarios tampoco hacen diferencia, o al menos no con la suficiente sutileza. Así, definen la risa como "manifestar la alegría ruidosamente", y la sonrisa como "una risa leve y sin ruido". Es decir, para el diccionario, como para la mayoría del público, no hay diferencia entre risa y sonrisa.

Sin embargo, desde el punto de vista psicológico ambas expresiones son muy diferentes y tienen entre sí poca relación. Son conductas muy distintas. La risa es una respuesta emocional ante aquello que resulta jocoso, como por ejemplo la constatación brusca de incongruencias entre el pensamiento y la realidad. Mientras mayor sea esta incongruencia, tanto más fuerte es la risa. Puede decirse por lo tanto, que en general la risa aparece ante situaciones en las cuales la lógica se trastoca, o ante una situación insólita que no se esperaba. Al parecer, mientras más inesperada es la situación, y más se rompe la lógica, más risa provoca, como se puede comprobar en los chistes o en algunos juegos de palabras.

La sonrisa en cambio es un facilitador de las relaciones interpersonales. Sonreímos en algunas ocasiones, como cuando recién estamos conociendo a alguien, o bien en el saludo; la sonrisa transmite una sensación de amabilidad, de apertura, y sobre todo de acogida. Es una expresión del lenguaje no verbal que significa que se es amistoso, y que por tanto puede acercarse sin temor.

Hay situaciones especiales en las cuales la sonrisa es casi imposible de evitar. Por ejemplo cuado se solicita un favor; o en el coqueteo; o al acercarnos a un niño desconocido. Aun el sujeto más mal agestado y con rostro hostil esbozará una sonrisa si se acerca a un niño que no conoce.

Por lo tanto, aún con cierto parecido, la función de la risa y la sonrisa son muy diferentes. Y ambas tienen una gran importancia. La sonrisa en tanto nos facilita nuestras relaciones humanas, y la risa en tanto es la expresión de un buen sentido del humor y/o de alegría. Además, la risa ayuda a oxigenar el cuerpo, a botar el estrés, y produce relajación.

Sin embargo parece que cada vez sonreímos y nos reímos menos. Al menos es lo que plantea un estudio, que descubrió que en el año 1930 la gente se reía 19 minutos al día; en 1980 se reía 6 minutos cada día, y en 1990 tan sólo 3 minutos. ¿Nos estaremos convirtiendo todos en "tontos graves"?

En el mundo laboral, la sonrisa es también hoy en día muy importante. Piense en una oficina a donde vaya a realizar un trámite, y se dará cuenta de que en forma inconsciente se acerca a aquél funcionario sonriente, jamás al serio. Esto lo han descubierto algunas empresas, y promueven entre el personal una sonrisa permanente. A los ejecutivos japoneses que deben viajar por negocios a occidente, se les enseña a sonreír, como una manera de poder lograr mejores resultados.

Y también la risa se está aplicando como una forma de terapia; pensemos por ejemplo en el médico Patch Adams, que introdujo el humor y la risa como un elemento curativo en los hospitales, ejemplo que ha sido seguido en muchos hospitales del mundo. De modo que promovamos ambas conductas, la risa y la sonrisa. Con la risa viviremos mejor, más relajados y más contentos, y con la sonrisa mejoraremos nuestras relaciones humanas. Y ninguna tiene costo. HBC

23/10/10

MIL MAQUINAS NUNCA HARAN UNA FLOR

MIL MAQUINAS NUNCA HARAN UNA FLOR...

Ignoro quién es el autor de la frase que da pie a esta reflexión, que está escrita en la ciudad de Arica - Chile, en una pared municipal, detrás del casino de juegos, desde hace unos diez o más años.


¿Una protesta contra la civilización? ¿O contra la deshumanización de la sociedad actual? Como sea, es una frase hermosa y significativa.

Hay un texto que tiene algo en común, y que está en el libro "Sueños y Existencia" de Fritz Perls.
Dice así:



"Mil flores de plástico
no hacen de un desierto un jardín.
Mil caras vacías
no llenan una sala vacía."

También un poema de Walt Whitman -el nº 31 en la versión de Ed. Lumen y traducido por Jorge Luis Borges- hace una comparación entre las máquinas y el cuerpo humano.

Creo que una hoja de hierba no es menos que el camino recorrido
por las estrellas,

y que la hormiga es perfecta, y que también lo son el grano de
arena y el huevo del zorzal,
y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas,
y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo,
y que la menor articulación de mi mano puede humillar a todas las
máquinas
,

y que la vaca paciendo con la cabeza baja, supera a todas las
estatuas,
y que un ratón es un milagro capaz de confundir a millones de
incrédulos.


11/10/10

EL SENTIDO DE LA VIDA

Entre los numerosos caminos de desarrollo personal se encuentran los que ha ido proponiendo la psicología moderna. Así, tenemos por ejemplo la "individuación" de Jung, y la "autorrealización" de Maslow, que son quizás los más conocidos. Pero hay otros, y uno de ellos es el que planteó Víktor Frankl, psiquiatra austriaco.

En esencia, Frankl plantea que la vida humana tiene que tener un sentido, un significado. Y que sin ese significado, se cae en el vacío existencial, en el tedio. La búsqueda de sentido es la esencia misma de la "humanidad del ser humano". Si el hombre la reprime en su interior, encontrará tarde o temprano el vacío existencial; pero si se consagra en esta búsqueda verá que su vida toma un cariz diferente, plena de sentido, y podrá disfrutar asimismo de los beneficios derivados de una existencia con significado, entre los cuales se encuentran la paz espiritual, la salud mental y la capacidad de desarrollar un proyecto de vida realista y que pueda llevarse a cabo.

En este sentido, el pensamiento de Frankl, a diferencia de otros enfoques psicológicos, más que hurgar en el pasado y en los traumas a veces lejanos de la niñez, se centra en el futuro, en las aspiraciones de la persona. Esto también lo aplicó él a su terapia -que llamó logoterapia-, de modo que siempre invitaba a sus pacientes a generar un proyecto de vida personal que les diera un sentido, una orientación hacia dónde ir y qué hacer.

Gran parte de su teoría está basada en su propia experiencia, en su vida. Este psiquiatra estuvo en un campo de concentración nazi durante la segunda guerra mundial, y vivió los horrores más inimaginables. Descubrió que en general las personas que sobrevivieron fueron aquellas que tenían un sentido en la vida, un propósito, algo por qué luchar, una meta que realizar.

Así, como parte de sus testimonios personales en el campo de concentración, relata el caso de un prisionero cuya gran aspiración era que, una vez terminada la guerra, pondría una panadería; otro quería ver a su hijo recibirse en la universidad; otro más, anhelaba emigrar a América y llevarse a toda la familia. Y él mismo, abrigaba la gran esperanza de escribir un libro (escribió varios en todo caso) al finalizar la guerra. Todos estos prisioneros sobrevivieron.

Sin embargo, junto a ello había muchos que en algún momento perdían el sentido de su vida, y en ese momento se desmoronaban, se "entregaban", sin ninguna ilusión ni plan para el futuro. Esos eran lo que morían, y a veces en forma dramática y rápida, y ni siquiera por causas médicas claras.

De ahí que Frankl se hizo eco de una frase de Nietzsche, que la incorporó luego también en sus ideas y en su sistema terapéutico: "quien tiene un porqué vivir, puede soportar casi cualquier cómo". De esta manera, incluso los peores sufrimientos -físicos y morales- pueden enfrentarse, porque tienen un sentido en la vida personal, aunque este sentido no sea evidente de inmediato, y porque, una vez que se superen, nos dejarán más fortalecidos para cumplir una meta.

Pero nadie le puede decir a otro cuál es el sentido o propósito de su vida; es algo muy personal que cada cual debe descubrir. Cada hombre es libre, dentro de sus obvias limitaciones, para descubrir y luego consumar el sentido de su existencia, ya que la vida tiene sentido bajo cualquier circunstancia. HBC

8/9/10

"UÑUMCHE: EL HOMBRE PAJARO". Una película de Carlos Bussenius C.

Esta película incursiona en una mirada a la vida que, a través de la contemplación de las aves, nos va sumergiendo en una visión del mundo muy esencial y muy poco frecuente en este mundo plagado de artificio y en donde el espacio para el contacto con el entorno es muy escaso. Sin embargo a través de la trama vamos descubriendo la posibilidad de esta apertura de nuestros sentidos ante la belleza deslumbrante de pájaros y paisaje, y del alma humana cuando está desnuda. Participa también Lorenzo Aillapán, Hombre-Pájaro mapuche quien, a través de su cosmogonía indígena, nos incita también a despertar a nuestra percepción del entorno, acercándonos a una visión de totalidad en donde las aves -como nosotros-, son vistas como puntos hermosos jugando un rol imprescindible al servicio de una armonía superior. Dirigido por Carlos Bussenius Cortada, este film fue producido y editado por Multicosmos. La película fue estrenada en Puerto Saavedra.

EL TAO



Todos hemos pasado alguna etapa en la cual “nos llueve sobre mojado”. Son algo así como “rachas” negativas, en la cual se sucede una desgracia o un infortunio tras otro. Cuando parecen excesivas o demasiado graves, mucha gente opta por hacer algún conjuro, generalmente un sahumerio.

En este sentido, cuando nos va mal, los occidentales tendemos a pensar o adscribirle la culpa de los nos pasa a cualquier agente externo, sean personas o sucesos anteriores. Sin embargo, ¿es necesariamente así? En otras culturas, situaciones como éstas son abordadas de manera diferente. A un estudioso de la cultura china, hombre erudito, le tocó presenciar un hecho insólito.

En un lejano poblado de China, donde él se encontraba haciendo sus investigaciones, sobrevino una sequía horrible. La gente estaba a punto de perder las cosechas, y decidieron como último recurso llamar a un hombre “que hacía llover”. A los pocos días llegó un anciano. Observó el pueblo, intercambió algunas breves palabras con dos o tres habitantes, y pidió una casita alejada del poblado. Le dieron una, y el anciano se encerró durante tres días, sin que nadie supiera nada de él. Al cabo de esos tres días, el viejo salió de la cabaña y vino un tremendo aguacero.

El estudioso, que estaba de paso por esa comarca, muy asombrado de lo había sucedido, preguntó al viejo cómo lo había logrado, y éste le respondió: “vengo de una región donde todo está en orden. Llueve cuando debe llover y hace buen tiempo cuando se necesita. Pero la gente de este poblado está toda fuera del Tao y fuera de si misma. Me infectó enseguida cuando llegué, así es que pedí una casita al borde del poblado, para poder estar solo. Cuando volví a estar en el Tao, llovió”.

Pero ¿qué es el Tao? En realidad es un concepto muy difícil de aprender, tanto es así que se dice que si alguien puede definirlo, es porque no es el Tao. Un acercamiento a este difícil concepto es decir que es “el sendero, la vía o el camino, el sentido profundo de la vida, el orden cósmico. Estar en el Tao es como estar en armonía, consigo mismo y con el mundo. Su aprehensión escapa a una conceptualización, y de hecho, se plantea que la mejor manera de conocerlo es mediante una percepción intuitiva del mismo, más que racional. Lo importante es el sentido o el significado del episodio relatado. Cuando en la vida nos vienen esas “rachas”, algo anda mal, y es el momento en que debemos detenernos un instante, y hacer conciencia. Revisar nuestra vida, pero sobre todo revisarnos a nosotros mismo en lo más profundo y con la máxima honestidad (algo harto difícil). Y no se trata de buscar culpas, sino de un autoexamen en el cual revisemos nuestra relación con los demás, nuestros valores, nuestras metas, nuestra sensación con nosotros mismos.

Con toda seguridad, si somos capaces de hacerlo, descubriremos aspectos nuestros en los cuales no habíamos reparado, y ahora, con este “darse cuenta”, podremos acercarnos de nuevo al Tao y las cosas se arreglarán, sin necesidad de sahumerio ni cosas por el estilo. HBC

21/8/10

EL TIEMPO PSICOLOGICO

El tiempo es, sin duda, una gran interrogante todavía para el ser humano, y de gran importancia práctica además. Desde una ciencia tan empírica como es la física, pasando por la biología, hasta las ciencias sociales, como la historia y la psicología, el tiempo es un aspecto de la realidad que todas estas ciencias tratan de entender, pues el tiempo siempre está influyendo de una manera crítica en los acontecimientos.

Al hablar del tiempo, debemos en todo caso hacer una distinción importante: existe el tiempo cronológico, y el tiempo psicológico. El primero -el tiempo cronológico-, está basado en acontecimientos y fenómenos objetivos, y se mide a través de un sistema convencional, y en la vida diaria, a través del reloj.

El segundo en cambio -el tiempo psicológico-, está en relación a nuestras percepciones, a la vivencia interna, al momento emocional, y puede ser muy diferente al cronológico. Un mismo acontecimiento, vivido por varias personas distintas en forma simultánea, puede por lo tanto tener un tiempo psicológico diferente para cada una. Así por ejemplo, para dos espectadores que están presenciando el mismo partido, el tiempo psicológico tendrá una duración totalmente diferente según su equipo esté ganando o perdiendo. Si se es partidario del equipo que va perdiendo, los últimos minutos del partido pueden ser demasiado cortos. Pero para quien está de parte del equipo que va ganando, los mismos últimos minutos pueden ser una eternidad.

No está del todo claro de qué depende el tiempo psicológico. Un conocido psicólogo suizo, Jean Piaget, quien ha sido uno de los estudiosos más importantes del desarrollo cognitivo, plantea que el niño comienza a construir su noción del tiempo a través de dos variables: orden y duración. El orden se refiere a que el niño va entendiendo que el tiempo se puede dividir en “antes y después”, es decir, empieza a comprender que existe un intervalo de tiempo entre cada acontecimiento. Y duración, en la medida que percibe que hay eventos que duran más que otros. Por lo tanto, la noción de tiempo la construye el niño a partir de la actividad y del movimiento.
Un factor importante en la percepción del tiempo es el factor emocional. Normalmente una actividad o un momento divertido o agradable se percibirá como de corta duración (piense en las vacaciones). Al revés, un momento negativo, por ejemplo de malestar o de dolor, se vivirá como más largo. Y en cuanto al dolor, tanto el dolor físico como el psicológico (o sufrimiento), siempre parecen demasiado largos. De ahí también la acertada frase nerudiana : “es tan corto el amor y tan largo el olvido”.

Otro factor, muy ligado al emocional, son las expectativas. Cuando anhelamos algo, el tiempo parece detenerse y no avanzar. Hasta la psicología popular expresa este hecho en un dicho: “agua que se mira nunca hierve”. Pero también las expectativas negativas, como el temor a envejecer, distorsionan el tiempo real, y la persona empieza a sentir con angustia que los años pasan cada vez más rápido.

Y en relación a esto último, en realidad el tiempo transcurre de manera subjetivamente diferente de acuerdo a la edad de la persona. En general, mientras más edad tiene una persona, más corto se hace el tiempo. Esto nos hace entender por qué las abuelas le dicen a los adolescentes “pero si parece que fue ayer no más que te tenía en brazos”.

En fin, un tema de gran interés, con muchas facetas y variables en juego. A fin de cuentas, si bien el tiempo no puede dominarse y siempre se nos escapa de las manos, lo único que podemos hacer es aprovecharlo lo mejor posible –cada cual según sus prioridades-, de modo que psicológicamente podamos estar tranquilos de que hemos logrado acercarnos lo más posible a nuestras metas. HBC