Poco conocido, el vocablo avatar se ha puesto de moda con una película que lleva este nombre. El verdadero significado de avatar es “encarnación terrestre de alguna deidad”. Usada en plural, la palabra “avatares” significa sin embargo “vicisitudes, cambios, fases, o acontecimientos importantes en la vida, que normalmente complican las cosas o la marcha de algo”. En este sentido se dice “los avatares de la vida”. Por último, hay una tendencia a utilizar este término en la informática, como “ícono” o como “identidad” (“bajar un avatar”), lo que en cierto sentido respeta la idea original del término.
Pero volviendo a “avatar” -que es una palabra sánscrita-, en forma más específica se refiere a las encarnaciones que ha tenido el dios hindú Visnú. Se supone que se ha encarnado ya nueve veces, y su misión en cada encarnación es ayudar a la humanidad en un trance o etapa difícil; aquí se conjuga armoniosamente avatar con avatares. En estas encarnaciones Visnú ha adoptado diferentes formas, incluso de peces y animales. El último avatar habría sido Buda, unos quinientos años antes de Cristo, que, sugerentemente, en realidad entregó una hermosa religión a la humanidad que hoy día tiene muchos millones de adeptos. Y se cree que la última encarnación –la décima- será cuando la humanidad se haya degenerado completamente, y Visnú vendrá a destruir el mal y renovar el mundo.
En esta décima y última encarnación aparecerá Visnú cabalgando un caballo blanco y blandiendo su espada “como un cometa”. Esta visión apocalíptica recuerda por una parte –aunque lejanamente y en otro sentido- a los cuatro jinetes del apocalipsis bíblico, y por otra es una esperanza para los miembros de la clase más baja de la sociedad hindú, que creen que ese día podrán superar sus desdichas.
Es curioso que ideas similares se encuentren también en otras religiones. En el maniqueísmo, que fue una secta religiosa del cristianismo primitivo, se consideraba que Dios enviaba mensajeros cada cierto tiempo, también cuando la humanidad pasaba por algún trance difícil y necesitaba apoyo. Según esta creencia, algunas encarnaciones de Dios habrían sido Noé, Abraham, Zoroastro y también Buda. En el gnosticismo, otra forma primitiva del cristianismo -aunque aún perdura-, también se encuentra la idea de que Dios envía cada cierto tiempo un enviado especial para ayudar a la humanidad, entregando preceptos y formas de practicar la virtud a través de una nueva religión. Y al parecer, también en una religión más moderna como la Fe Bahai, se encuentra la misma idea. E incluso en el catolicismo se considera que Cristo es Dios encarnado, aunque no se habla de otras encarnaciones.
La palabra encarnación significa literalmente “hacerse carne”, es decir que Dios o algún dios se hace carne, o sea adopta una forma humana. Y la diferencia con reencarnación, es que este último concepto se refiere a lo humano. Dios o un dios encarna, y un humano reencarna, si creemos en esta idea.
Sintetizando, si bien avatar se refiere principalmente a la encarnación de un dios, y más específicamente al dios hindú Visnú, la idea de que la humanidad recibe apoyo a través de un avatar o enviado es compartida por varias otras religiones, es una creencia que viene desde los más lejanos tiempos, y esta ayuda es prácticamente siempre a través de una nueva religión. HBC
Pero volviendo a “avatar” -que es una palabra sánscrita-, en forma más específica se refiere a las encarnaciones que ha tenido el dios hindú Visnú. Se supone que se ha encarnado ya nueve veces, y su misión en cada encarnación es ayudar a la humanidad en un trance o etapa difícil; aquí se conjuga armoniosamente avatar con avatares. En estas encarnaciones Visnú ha adoptado diferentes formas, incluso de peces y animales. El último avatar habría sido Buda, unos quinientos años antes de Cristo, que, sugerentemente, en realidad entregó una hermosa religión a la humanidad que hoy día tiene muchos millones de adeptos. Y se cree que la última encarnación –la décima- será cuando la humanidad se haya degenerado completamente, y Visnú vendrá a destruir el mal y renovar el mundo.
En esta décima y última encarnación aparecerá Visnú cabalgando un caballo blanco y blandiendo su espada “como un cometa”. Esta visión apocalíptica recuerda por una parte –aunque lejanamente y en otro sentido- a los cuatro jinetes del apocalipsis bíblico, y por otra es una esperanza para los miembros de la clase más baja de la sociedad hindú, que creen que ese día podrán superar sus desdichas.
Es curioso que ideas similares se encuentren también en otras religiones. En el maniqueísmo, que fue una secta religiosa del cristianismo primitivo, se consideraba que Dios enviaba mensajeros cada cierto tiempo, también cuando la humanidad pasaba por algún trance difícil y necesitaba apoyo. Según esta creencia, algunas encarnaciones de Dios habrían sido Noé, Abraham, Zoroastro y también Buda. En el gnosticismo, otra forma primitiva del cristianismo -aunque aún perdura-, también se encuentra la idea de que Dios envía cada cierto tiempo un enviado especial para ayudar a la humanidad, entregando preceptos y formas de practicar la virtud a través de una nueva religión. Y al parecer, también en una religión más moderna como la Fe Bahai, se encuentra la misma idea. E incluso en el catolicismo se considera que Cristo es Dios encarnado, aunque no se habla de otras encarnaciones.
La palabra encarnación significa literalmente “hacerse carne”, es decir que Dios o algún dios se hace carne, o sea adopta una forma humana. Y la diferencia con reencarnación, es que este último concepto se refiere a lo humano. Dios o un dios encarna, y un humano reencarna, si creemos en esta idea.
Sintetizando, si bien avatar se refiere principalmente a la encarnación de un dios, y más específicamente al dios hindú Visnú, la idea de que la humanidad recibe apoyo a través de un avatar o enviado es compartida por varias otras religiones, es una creencia que viene desde los más lejanos tiempos, y esta ayuda es prácticamente siempre a través de una nueva religión. HBC
2 comentarios:
GRACIAS;
POR CREAR Y RECREAR ESTE BELLO BLOG, COMPARTIR SUS LINK DE AYUDA Y PUBLICAR SUS COMENTARIOS E IMAGENES...ES UNA PROLONGACION DE "UNA MIRADA HACIA TI" LA CUAL ME HACE REFLEXIONAR EN EL TIEMPO VIRTUAL.
A ESTA EDAD,
TENER "EL GOCE DE APRENDER".... ES "ESO".
GRACIAS
HBC.
"Si buscas una buena solución y no la encuentras, consulta al tiempo, puesto que el tiempo es la máxima sabiduría."
Tales
ALGUNOS COMENTARIOS INTERESANTES DEL PASADO.
GRACIAS POR TU BLOG (...)
HB.
Anónimo dijo...
Hola, me llamo "Caracoran", soy de México. A mi me suceden constantemente sincronias, desde hace unos 17 años (1993), cada que puedo busco en internet información sobre ésto. para mi, las coincidencias no existen, siempre hay una razón para que se den o se manifiesten, pero ¿cuál es ésta? Saludos.
14 de abril de 2010 14:35
Horst Bussenius Cortada dijo...
Científicamente no hay y no puede haber explicación, por cuanto la ciencia trabaja con el principio de causalidad: todo suceso que ocurre siempre tiene una causa. La Luna pasa entre la Tierra y el Sol y se produce un eclipse.
Sin embargo quien acuñó el término, C. G. Jung, psicoanalista suizo discípulo de Freud, plantea ideas novedosas sobre la relación entre la materia y la psiquis, y que podrían explicar la sincronicidad.
Personalmente creo que este fenómeno existe, pero tiene que ver con las emociones y el desarrollo de la conciencia; bajo ciertas circuntancias mentales (de emoción o ampliación de la consciencia), hay acceso a otra realidad o más bien a otra percepción de la realidad. Logrando ese estado, que al menos al comienzo se nos viene fortuitamente, podemos tener estos fenómenos. Lo importante cuando ocurren es justamente tratar de buscar una explicación, pero no a través de la ciencia oficial sino a través de otras formas, ya que la ciencia oficial asume que las cosas son siempre igual y no dependen del nivel de conciencia ni de las emociones. Estos dos factores están excluidos de cualquier explicación científica. Pese a esto, la física cuántica también plantea cosas interesantes que ponen en jaque al 'canon' científico establecido.
En definitiva, estos fenómenos ocurren, no son simple coincidencia, y su origen está en los estados de conciencia y/o emocionales. Te muestran que hay realidades más sutiles que las que muestra el ojo, y son una invitación para investigar, encontrarles un sentido, y acceder poco a poco a un nivel mayor de conciencia.
Te sugiero leer a Jung, a Ouspensky o Grudjieff, e incluso la película "¿Y Ud. que sabe?".
Saludos y sigue investigando, y viendo el posible significado que te aportan estas experiencias a tu propia vida.
Horst
17 de abril de 2010 15:39
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