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30/5/08

MALA RACHA

Todos hemos sufrido en algunas oportunidades una “mala racha”. Es una etapa o período en el cual todo sale mal. Nos ocurre algo negativo, y luego cuando parece que ya está por pasar, vuelve a pasar otra cosa negativa, y aún otra más. El dicho “llueve sobre mojado” representa muy bien el sentido de lo que es una mala racha. Las malas rachas suelen darse en un mismo ámbito de cosas, por ejemplo en los negocios, o en la vida familiar, etc., pero también en ocasiones parecen ocurrir en varias áreas de la vida en forma simultánea.

Me tocó ver a un comerciante a quien estafaron. Esto lo llevó casi a la quiebra, y pudo salvarse pidiendo una fuerte suma a un hermano. Antes del mes de haber sido estafado su esposa lo abandonó para irse con otro, y a la semana siguiente le detectaron una enfermedad avanzada y crónica. Pero no todo terminó ahí, porque un par de días después un hijo le chocó el auto convirtiéndolo en chatarra.

Es tan fuerte impacto de una mala racha en la vida personal, que rara vez se piensa que puede ser solo producto del azar. Incluso el sentido etimológico de “racha” -palabra que viene del árabe- es “sacudida, agitación o tormenta”, es decir equivale a pasar una tormenta. En estas etapas nos desesperamos, y desde el punto de vista psicológico pasan varias cosas. En primer lugar tiende a aparecer un pensamiento mágico, de pensar que estamos sufriendo un “mal de ojo”, un hechizo o algo parecido. La mente se resiste a pensar que sea solamente el azar.

Los comerciantes, que por la índole de su mismo trabajo están sujetos a estas malas rachas, normalmente las enfrentan con algún sahumerio o una “limpieza” del lugar, para lo cual contratan a una “bruja” de barrio que por cierto les cobra una buena suma. Lo más impresionante es que en muchas ocasiones el sahumerio termina con la mala racha. Desde luego, lo que no queda claro es si se debió al influjo de la “limpieza” o fue casualidad. En lo personal creo que el sahumerio provocó un cambio de mentalidad, de negativa a positiva, produjo por tanto nuevas esperanzas y energía en la persona, y esto la llevó a un cambio de actitud que terminó la mala racha.

Aunque pensar en el azar o en un “mal de ojo” son explicaciones diferentes, tienen en común que ambas ponen la causa fuera de uno mismo, en el mundo externo. Sin embargo hay otras otros hechos interesantes que nos dan una nueva pista acerca de la explicación de estas malas rachas. Por ejemplo las malas rachas parecen darse en forma mucho más frecuente en personas de mentalidad negativa. También en situaciones emocionales especiales, como cuando una persona está enojada, parece que todo le saliera mal. Se golpea, va a un trámite y no lo atienden, lo llaman y le postergan una reunión importante en la cual cerraría un negocio, etc. Esto nos lleva a pensar también en otra explicación para estas malas rachas, y es que tal vez la causa sea –al menos en parte- de tipo psicológico.

De acuerdo a esta explicación, las malas rachas ocurren en los períodos en que precisamente estamos más disarmónicos, alterados emocionalmente o más tensionados. De ser así, lo que corresponde hacer entonces frente a la mala racha es un buen autoanálisis, buscando la causa en nuestro interior más que en el mundo externo. Esto también produce efectos positivos, y suele eliminar la mala racha. Y si no se elimina del todo, por lo menos con toda seguridad el autoanálisis produce beneficios secundarios de gran importancia. Por último, aunque se trate de una explicación más “esotérica”, no deja de ser interesante que hay quienes piensan que la causa de una mala racha esté en el “karma”, en decir en una serie de malas actuaciones personales que se han tenido en el último tiempo, y que al corregirlas se puede también superar la mala racha.

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