El libro “El Secreto” (The Secret) de la autora australiana Rhonda Byrne, se convirtió en muy corto tiempo en un best seller -incluso en nuestro medio- con un par de millones de copias vendidas. Seguido de un video, es tema de conversación y asombro casi obligado de toda tertulia.
En síntesis, el libro plantea que una de las leyes que rige el universo es la Ley de Atracción, que significa que lo similar atrae a lo similar. De este modo, un pensamiento de ser rico significará que se está atrayendo la riqueza. Por el contrario, pensar continuamente en la pobreza o en las enfermedades, es una forma de atraerlas. Cada cual entonces atrae a su vida lo que piensa. Si quiere mucho dinero, bastaría concentrarse de forma adecuada en un suculento cheque, y pronto el Universo se lo hará llegar.
Aunque el libro tiene el mérito de estar basado en una suposición que tanto la religión (“Pide y obtendrás”) como la psicología de alguna manera comparten, es en todo caso una exageración, casi burda. En efecto desde el punto de vista psicológico es muy claro que nuestras tendencias y expectativas influyen mucho en nuestro propio futuro. De este modo, una persona quejumbrosa, negativa y pesimista, siempre lo va a pasar mal. Y un sujeto positivo y optimista tendrá mejores experiencias, más opciones y una calidad de vida mejor. Hay dos fenómenos en psicología que son responsables de este hecho: la selectividad de la percepción, y la profecía autocumplida.
Todo el asunto de “El Secreto” tiene un excelente montaje de marketing. Parte con un mito que presenta como verdad, contándonos que la autora pasó una tremenda crisis el año 2004, que la llevó a leer una cantidad increíble de libros e investigar profundamente en la historia hasta que descubrió “el secreto” y lo escribió y publicó, todo esto en menos de dos años; y ahora quiere compartirlo, para que todos podamos ser ricos y felices. La verdad parece mucho más simple: el texto sigue una corriente norteamericana que se inicia en los años veinte, de la cual hay una serie de libros, y cuyo más reciente exponente fue un libro de un matrimonio norteamericano (los Hicks), que habla de lo mismo. Este matrimonio se gana la vida dando conferencias sobre el tema. El Secreto fue seguido de un video, muy similar en su forma de presentación a otro film reciente (¿Y Ud. qué sabe?). El video logra ser tan altamente persuasivo y sugestivo –utilizando supuestos argumentos científicos e impactos visuales- que deja una fuerte impresión en muchos espectadores, a tal punto que quienes lo ven comienzan de inmediato a tratar de poner en práctica “El Secreto”.
Tanto el libro como el video (al final uno es copia fiel del otro), además del mito inicial sobre la autora tienen una serie de errores y falsedades, comenzando por tergiversar en forma descarada la cita inicial con que se inicia el texto (que es “La Tabla de Esmeralda”), o los nombres de personajes históricos que habrían conocido “el secreto”, o diciendo que se encontró grabado en una piedra de cinco mil años. Por último, pese al montaje de marketing y al atractivo de la película (Rhonda es productora de TV), ambos –libro y video- terminan sin embargo cansando y aburriendo, sobre todo porque prácticamente la totalidad de ejemplos que dan se refieren –muy a la americana- a cómo lograr más y más dinero, tema en el cual redundan latamente.
En fin, pese a todo, es un libro (o video) que puede recomendarse, pues de alguna manera “abre puertas”, muestra una nueva forma de ver la realidad que puede ayudar a muchos (autoayuda), especialmente a personas negativistas, pesimistas o que tienen desesperanza aprendida, ya que finalmente el libro está basado en una realidad, no tan burda como pretende, pero cierta al fin y al cabo.
En síntesis, el libro plantea que una de las leyes que rige el universo es la Ley de Atracción, que significa que lo similar atrae a lo similar. De este modo, un pensamiento de ser rico significará que se está atrayendo la riqueza. Por el contrario, pensar continuamente en la pobreza o en las enfermedades, es una forma de atraerlas. Cada cual entonces atrae a su vida lo que piensa. Si quiere mucho dinero, bastaría concentrarse de forma adecuada en un suculento cheque, y pronto el Universo se lo hará llegar.
Aunque el libro tiene el mérito de estar basado en una suposición que tanto la religión (“Pide y obtendrás”) como la psicología de alguna manera comparten, es en todo caso una exageración, casi burda. En efecto desde el punto de vista psicológico es muy claro que nuestras tendencias y expectativas influyen mucho en nuestro propio futuro. De este modo, una persona quejumbrosa, negativa y pesimista, siempre lo va a pasar mal. Y un sujeto positivo y optimista tendrá mejores experiencias, más opciones y una calidad de vida mejor. Hay dos fenómenos en psicología que son responsables de este hecho: la selectividad de la percepción, y la profecía autocumplida.
Todo el asunto de “El Secreto” tiene un excelente montaje de marketing. Parte con un mito que presenta como verdad, contándonos que la autora pasó una tremenda crisis el año 2004, que la llevó a leer una cantidad increíble de libros e investigar profundamente en la historia hasta que descubrió “el secreto” y lo escribió y publicó, todo esto en menos de dos años; y ahora quiere compartirlo, para que todos podamos ser ricos y felices. La verdad parece mucho más simple: el texto sigue una corriente norteamericana que se inicia en los años veinte, de la cual hay una serie de libros, y cuyo más reciente exponente fue un libro de un matrimonio norteamericano (los Hicks), que habla de lo mismo. Este matrimonio se gana la vida dando conferencias sobre el tema. El Secreto fue seguido de un video, muy similar en su forma de presentación a otro film reciente (¿Y Ud. qué sabe?). El video logra ser tan altamente persuasivo y sugestivo –utilizando supuestos argumentos científicos e impactos visuales- que deja una fuerte impresión en muchos espectadores, a tal punto que quienes lo ven comienzan de inmediato a tratar de poner en práctica “El Secreto”.
Tanto el libro como el video (al final uno es copia fiel del otro), además del mito inicial sobre la autora tienen una serie de errores y falsedades, comenzando por tergiversar en forma descarada la cita inicial con que se inicia el texto (que es “La Tabla de Esmeralda”), o los nombres de personajes históricos que habrían conocido “el secreto”, o diciendo que se encontró grabado en una piedra de cinco mil años. Por último, pese al montaje de marketing y al atractivo de la película (Rhonda es productora de TV), ambos –libro y video- terminan sin embargo cansando y aburriendo, sobre todo porque prácticamente la totalidad de ejemplos que dan se refieren –muy a la americana- a cómo lograr más y más dinero, tema en el cual redundan latamente.
En fin, pese a todo, es un libro (o video) que puede recomendarse, pues de alguna manera “abre puertas”, muestra una nueva forma de ver la realidad que puede ayudar a muchos (autoayuda), especialmente a personas negativistas, pesimistas o que tienen desesperanza aprendida, ya que finalmente el libro está basado en una realidad, no tan burda como pretende, pero cierta al fin y al cabo.
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