Por iniciación se entiende en general el ingreso de una persona a otra etapa o estado de la vida. Consiste en una ceremonia, que requiere cierta preparación, y la iniciación misma se lleva a cabo con algún tipo de rito. Quien se inicia pasa así a un nuevo estado, sea éste cultural, religioso, o social.
Quizás el rito de iniciación más universal y conocido es el que los pueblos "primitivos" acostumbran llevar a cabo cuando un muchacho o muchacha llega a la pubertad. Muchas veces estos ritos de iniciación incluyen pruebas de resistencia al dolor.
De esta forma, algunas culturas imponían a los púberes algún tipo de prueba de valor como cazar una fiera o soportar el dolor físico. Además, normalmente el joven es separado de su familia por algunos días, y los ancianos o chamanes le enseñan una serie de prácticas, ritos, creencias, formas de comportamiento sexual, secretos que deberá guardar para siempre, los mitos de la tribu y su explicación, etc. Esta es en general la parte más importante de la ceremonia, ya que se recibe una valiosa instrucción que convierte al joven en un adulto útil. Estos conocimientos a su vez, los volverá a transmitir a sus descendientes, y así sucesivamente.
Durante la ceremonia misma, se produce un rompimiento con la forma de vida anterior, que puede ser simbolizada por el corte del cabello, ciertos cambios en el vestido, bautismo, separación de hombres y mujeres por un tiempo en lugares especiales, tatuajes, adopción de un nuevo nombre, etc.
En casi todos los países se encuentran también iniciaciones parecidas: los jóvenes hindúes de las castas superiores reciben el cordón sagrado durante la iniciación; los púberes parsis se visten de camisa y pantalón. En educación, cuando alguien recibe un grado académico, pasa a formar parte de un nuevo grupo. En las religiones, los jóvenes católicos y protestantes son confirmados. Estas ceremonias han sido transmitidas durante muchísimas generaciones, y forman parte de la cultura de una sociedad o grupo en particular.
Aunque parezcan ritos de sociedades lejanas o antiguas, en nuestra misma cultura todavía persisten vestigios de ceremonias de iniciación de púberes. Un ejemplo de ello es el "ingreso a la sociedad" de las muchachas, cuando cumplen quince años. Se hace una fiesta, se la viste como "grande", etc., y desde ese momento ya es una mujercita que puede pololear y más adelante concebir. Años atrás con los muchachos existía algo parecido, cuando era llevado por primera vez a un prostíbulo por su padre o un familiar cercano, "para que se haga hombre".
Sin embargo en ambos casos se ha perdido lo esencial de una iniciación, que es la instrucción que reciben los púberes.
Los ritos de iniciación tienen un sentido muy claro: marcan una diferencia entre estar adentro y estar afuera de un grupo determinado, y esta distinción cumple a su vez la función de redefinir una nueva identidad. Después de la iniciación ya no se es la misma persona.
En el mundo antiguo existían además otras formas de iniciación, que se podrían llamar esotéricas, pues estaban limitadas a un pequeño grupo de elegidos. Dado que eran ceremonias secretas, no es mucho lo que se sabe de ellas. Ejemplo de esto fueron las religiones de misterios (Eleusis, Culto de Atis, de Mitra, etc.), en donde los sacerdotes iniciaban a sus neófitos con cierto tipo de bautismo, la presentación y esclarecimiento de sus símbolos sagrados, una explicación de la divinidad y el sentido de una serie de misterios. HBC
Quizás el rito de iniciación más universal y conocido es el que los pueblos "primitivos" acostumbran llevar a cabo cuando un muchacho o muchacha llega a la pubertad. Muchas veces estos ritos de iniciación incluyen pruebas de resistencia al dolor.
De esta forma, algunas culturas imponían a los púberes algún tipo de prueba de valor como cazar una fiera o soportar el dolor físico. Además, normalmente el joven es separado de su familia por algunos días, y los ancianos o chamanes le enseñan una serie de prácticas, ritos, creencias, formas de comportamiento sexual, secretos que deberá guardar para siempre, los mitos de la tribu y su explicación, etc. Esta es en general la parte más importante de la ceremonia, ya que se recibe una valiosa instrucción que convierte al joven en un adulto útil. Estos conocimientos a su vez, los volverá a transmitir a sus descendientes, y así sucesivamente.
Durante la ceremonia misma, se produce un rompimiento con la forma de vida anterior, que puede ser simbolizada por el corte del cabello, ciertos cambios en el vestido, bautismo, separación de hombres y mujeres por un tiempo en lugares especiales, tatuajes, adopción de un nuevo nombre, etc.
En casi todos los países se encuentran también iniciaciones parecidas: los jóvenes hindúes de las castas superiores reciben el cordón sagrado durante la iniciación; los púberes parsis se visten de camisa y pantalón. En educación, cuando alguien recibe un grado académico, pasa a formar parte de un nuevo grupo. En las religiones, los jóvenes católicos y protestantes son confirmados. Estas ceremonias han sido transmitidas durante muchísimas generaciones, y forman parte de la cultura de una sociedad o grupo en particular.
Aunque parezcan ritos de sociedades lejanas o antiguas, en nuestra misma cultura todavía persisten vestigios de ceremonias de iniciación de púberes. Un ejemplo de ello es el "ingreso a la sociedad" de las muchachas, cuando cumplen quince años. Se hace una fiesta, se la viste como "grande", etc., y desde ese momento ya es una mujercita que puede pololear y más adelante concebir. Años atrás con los muchachos existía algo parecido, cuando era llevado por primera vez a un prostíbulo por su padre o un familiar cercano, "para que se haga hombre".
Sin embargo en ambos casos se ha perdido lo esencial de una iniciación, que es la instrucción que reciben los púberes.
Los ritos de iniciación tienen un sentido muy claro: marcan una diferencia entre estar adentro y estar afuera de un grupo determinado, y esta distinción cumple a su vez la función de redefinir una nueva identidad. Después de la iniciación ya no se es la misma persona.
En el mundo antiguo existían además otras formas de iniciación, que se podrían llamar esotéricas, pues estaban limitadas a un pequeño grupo de elegidos. Dado que eran ceremonias secretas, no es mucho lo que se sabe de ellas. Ejemplo de esto fueron las religiones de misterios (Eleusis, Culto de Atis, de Mitra, etc.), en donde los sacerdotes iniciaban a sus neófitos con cierto tipo de bautismo, la presentación y esclarecimiento de sus símbolos sagrados, una explicación de la divinidad y el sentido de una serie de misterios. HBC
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